b. Sacramentos
La palabra sacramento viene
del latín sacrare (hacer santo) y mentum (medio para); la idea de este término
es “instrumento para hacer santo”. Este vocablo se usaba a la llegada del
cristianismo a Roma para designar un juramento de los soldados romanos de servicio
incondicional al ejército imperial.
La palabra sacramento no
está en la Biblia pero hace referencia a un acto relacionado con las cosas
sagradas y divinas porque proviene de Dios.
Según la iglesia católica,
los sacramentos…
* son siete: el bautismo de
niños, la confirmación, la sagrada comunión (la eucaristía), la confesión, el
matrimonio, las santas órdenes, y la administración de los santos óleos
* fueron instituidos por
Cristo
* fueron dados a la Iglesia
para administrarlos
* son necesarios para la
salvación
* son los vehículos de la
gracia que transmiten
* tienen un costo económico
para quienes los realizan
La Biblia, por el
contrario, nos enseña…
* que la gracia viene, no
por las obras, sino por la bondad de Dios (Tito 3:4-7)
* que la gracia viene por
el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo
* que la gracia viene por
la justificación en Cristo
* que la gracia nos hace
herederos conforme a la esperanza de la vida eterna
* que la gracia no es dada
mediante símbolos externos
* que ningún ritual es
necesario para la salvación
* que la gracia no cuesta
dinero
Al revisar los 7
sacramentos católicos, estas son las definiciones que encontramos:
Según la Iglesia Católica,
existen 3 tipos de sacramentos: sacramentos de iniciación, sacramentos de
sanación y sacramentos de servicio.
Sacramentos de Iniciación:
* Bautismo: Sacramento
básico para toda la vida cristiana; es el pórtico de la vida en el espíritu y
abre el acceso a los otros sacramentos. Con el nuevo nacimiento por el agua y
la palabra somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios.
* Confirmación: Consiste en
una decisión seria y personal de seguir a Cristo a través de la Iglesia
Católica Romana. Los que se confirman están más íntimamente unidos a la Iglesia
porque es el sacramento que da el Espíritu Santo y perfecciona la gracia
bautismal.
* Eucaristía: La Sagrada
Eucaristía es el sacramento central en el cual se celebra la conmemoración de
la Muerte y Resurrección de Cristo. Los niños que se preparan para recibir la
Primera Comunión son inscritos en un programa de preparación y reciben clases
para este fin. La celebración culmina la iniciación cristiana y se le
recomienda vivamente a los fieles que reciban la sagrada comunión cada vez que
participen en la celebración de la Eucaristía.
Sacramentos de sanación:
* Reconciliación: El perdón
de los pecados cometidos después del Bautismo es otorgado a través de este
sacramento llamado sacramento de la conversión, de la confesión, de la
penitencia o de la reconciliación. Los que se preparan para recibir su Primera
Comunión, también celebran el sacramento al término de la preparación.
* Unción de los enfermos:
El sacramento tiene como fin otorgar una gracia especial al cristiano que
experimenta las dificultades naturales de un estado de enfermedad grave o de
vejez. Así se celebra el poder sanador de Nuestro Señor Resucitado para
aquellos que se encuentran enfermos o muriendo.
Sacramentos de Servicio:
* Órdenes sacerdotales:
Todas las personas bautizadas comparten el sacerdocio de Nuestro Señor Jesús
Resucitado pero algunos son llamados para compartir y ordenarse ministros de la
Iglesia como Diáconos, Sacerdotes u Obispos.
* Matrimonio: Es una
alianza de por vida entre un hombre y una mujer, en el cual se convierten en
una señal viviente del Amor de Dios por su Iglesia y el mundo.
¿Qué dice la Biblia?
- Aparte del vocablo
“sacramento”, algunos teólogos y predicadores hablan del término “ordenanzas”
para refererirse al Bautismo en las aguas y a la Santa Cena (o Cena del Señor).
Una ordenanza es simplemente una práctica de origen bíblico instituida por la
autoridad de Cristo y por ello requiere obediencia, respeto y seriedad; una
ordenanza refleja un mensaje simbólico del evangelio y promueve las verdades de
Cristo; por ejemplo, que Cristo vivió, murió, resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos, y algún día regresará. Dichas ordenanzas no otorgan
salvación o perdón de pecados; son solo ayudas visuales para hacernos
comprender mejor y apreciar lo que Jesucristo logró por nosotros en su obra
redentora; por consiguiente, ellas deben estar acompañadas de fe, consagración,
buen testimonio y perseverancia; de lo contrario, no tienen ningún valor ante
Dios. Quien ama al Señor y entiende su palabra, siempre obedecerá lo que la
Biblia dice sobre estas ordenanzas porque él las estableció; por eso, habrá
bendición de Dios para quienes las cumplen conforme a las Escrituras.
- Las ordenanzas están
determinadas por tres factores: fueron instituidas por Cristo, fueron enseñadas
por los apóstoles y fueron practicadas por la iglesia primitiva en el NT. Ya
que el Bautismo y la Cena del Señor son los únicos actos que cumplen con esos
criterios, solo puede haber dos ordenanzas o sacramentos (por este motivo, el
matrimonio y la presentación de niños son considerados en muchas iglesias cristianas
como ceremonias y no como sacramentos). Así pues, la mayor parte de las
iglesias protestantes o evangélicas reconocen solamente estas dos ordenanzas.
Las excepciones las constituyen ciertos cuerpos eclesiásticos que, entre las
ordenanzas, incluyen el lavamiento de los pies, en la forma que Cristo lavó los
pies a los discípulos (Jn. 13:1-20); sin embargo, en el NT no se observa esta
práctica dentro de la iglesia primitiva. Ahora bien, el acto en sí tiene una
enseñanza profunda pero no se podría decir que Jesús lo instituyera como una
ordenanza que debamos practicar de forma constante.
- Generalmente, se entiende
que las ordenanzas son esas cosas que Jesús nos dijo que hiciéramos por otros
cristianos: Bautismo (Mt. 28:18-20) y Cena del Señor (Lc. 22:19).
- En cuanto a la
confirmación católica, la Biblia muestra que el Espíritu Santo no se recibe a
través de ninguna iglesia o a una edad programada; es Cristo quien lo otorga a
cada creyente que pone su fe en él como Salvador (Ef. 1:13, 14).
- Según la Biblia, la
confesión de pecados se debe hacer a Dios a quien ofendemos y al prójimo a
quien ofendemos, con quienes debemos reconciliarnos (1 Jn. 1:9; 2:1, 2); ahora
bien, cuando un creyente comete pecados que afectan a la iglesia (debido a su
mal testimonio), o que afectan a su familia, o que afectan su propia vida y no
ha sido capaz de superarlos, debe buscar ayuda espiritual, consejería y
restauración, pero en ningún momento la Biblia habla de un sacramento de
confesión de pecados en la iglesia.
- Dios llama a quien quiere
para cada ministerio y según los dones que él mismo otorga. Dichas personas son
capacitadas, enviadas y acompañadas por Dios a través de otros ministerios y en
el contexto de una iglesia local que da testimonio de su llamamiento. Sin embargo,
tampoco la Biblia da pie para pensar en un sacramento de órdenes sacerdotales.
- La IGLESIA CRISTIANA SIÓN
ha preferido ajustarse a lo que considera más conveniente y que ha sido
históricamente practicado en muchas iglesias que profesan el cristianismo
bíblico: existen dos ceremonias (matrimonio y presentación de niños) y dos
ordenanzas o sacramentos (bautismo en las aguas y cena del Señor).
- El matrimonio fue
establecido por Dios (y ya fue explicado antes en otro capítulo de este libro);
por ende, es una institución divina y se celebra mediante una ceremonia
pública.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario