CÓMO CELEBRAR UNA BODA
Preparación:
Se requiere una
organización previa para que este acto se realice con excelencia, orden y en un
ambiente espiritual favorable.
Oficiante:
- El ministro que oficia el
matrimonio debe ser un pastor o líder consagrado al Señor, de buen testimonio
(soltero o casado), que lleve una vida ejemplar. Además, debe prepararse a
nivel doctrinal y humano en temas de matrimonio y familia para aconsejar y
enseñar con propiedad al respecto.
- La pareja es la que
decide quién será el ministro que oficie su matrimonio, pero normalmente,
debería ser el pastor local quien lo haga debido a su función pastoral y al
vínculo espiritual que los une en el Señor.
- El ministro que oficia el
matrimonio debe conocer a la pareja y estar claro que su matrimonio es legal y
está de acuerdo a los principios bíblicos. El matrimonio es una institución
civil así como religiosa, y por lo tanto, está sujeta a reglamentos legales. El
ministro debe familiarizarse con las leyes del estado o nación donde se celebrará
la boda y cumplir al pie de la letra con los requisitos de la ley.
- Quien no tenga la
información suficiente, averigüe con el oficial del gobierno indicado y con un
ministro de experiencia que le brinde orientación al respecto. En muchos países
de habla española es preciso que los contrayentes presenten el certificado de
las autoridades civiles, comprobando que ya se ha verificado el matrimonio. El
ministro debe estar seguro de que los contrayentes han cumplido con los
requisitos de la ley civil.
- Hay que tener mucho
cuidado con las personas casadas que buscan un segundo matrimonio; verifique
que ambas personas se encuentran legalmente solteras y sin compromisos de
matrimonio previos. Tales personas son responsables ante Dios, pero si el
ministro se confía y participa en un matrimonio que se realiza en contra de las
leyes de Dios, la credibilidad de su ministerio se pondrá en duda y la iglesia
se verá afectada.
Lugar:
- La ceremonia puede
realizarse en un templo o en un lugar acordado y adecuado.
Acompañantes:
- La pareja debe casarse
siempre ante testigos que dan fe de que su pacto matrimonial es válido ante
Dios y ante los hombres. Por tanto, ellos pueden invitar a las personas que
consideren necesarias para este evento.
- Seguramente, la pareja o
uno de los contrayentes es miembro de la iglesia o está congregándose; así
pues, la presencia de los hermanos en la fe será una bendición en su matrimonio
y puede invitarlos.
Organización:
- La pareja es quien decide
cómo realizar su boda: el lugar, la recepción, los invitados, si quieren una
boda sencilla o tienen la capacidad de hacer un evento más grande.
- Todos los preparativos
deben hacerse con tiempo, con detalle para que la ceremonia y la recepción se
realicen con excelencia para Dios y para los invitados.
- Conviene ensayar de
antemano el orden del programa, la manera de entrar y de salir para evitar
confusiones.
- Si van a darle
participación a músicos y cantores, se recomienda un ensayo previo para
verificar que hay una preparación adecuada; no sea que tengan sorpresas por
personas sin experiencia o que la deficiencia musical arruine la boda.
Protocolo:
- El ministro debe preparar
sus palabras de forma anticipada y en este sentido, existen muchos manuales
para celebrar bodas que darán recomendaciones sobre las frases más indicadas
para esta ocasión; sin embargo, todo debe hacerse con naturalidad, autenticidad
y bajo la guianza del Señor. En estos casos siempre es recomendable orar a Dios
por su gracia y favor para que todo salga muy bien en cada ceremonia y que la
bendición del Señor sea sobre todos (especialmente, sobre la pareja que se va a
casar).
- Se acostumbra que los
contrayentes estén puestos de pie ante el ministro: el hombre a la derecha de
la mujer, y los respectivos testigos cerca.
- Normalmente, en los
matrimonios se acostumbra el uso de anillos como un símbolo de la unión
conyugal y es el hombre quien pone el anillo en el dedo anular de la mano
derecha.
Vestido:
- La costumbre ha sido que
el hombre y la mujer se casen con un traje formal para la ocasión.
- En el caso de la mujer,
lo correcto es que use el traje blanco si es virgen porque representa la pureza
moral y sexual; esto tiene base bíblica (Ef. 5:27; Ap. 19:7, 8); de lo
contrario, debe usar otro color.
- El vestido del ministro
también debe ser formal y acorde con el evento.
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