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martes, 20 de octubre de 2015

Evangelismo Bíblico Parte XVI


C. La ley del Karma
La ley del Karma dice que cosechamos (en nuestras futuras reencarnaciones) lo que sembramos (en esta vida presente). Sin embargo, la Ley del Karma presenta los siguientes problemas:
1. ¿Quién administra esta ley? Nadie. Se necesita mucha fe para creer que una fuerza impersonal puede mantener un registro perfecto de los créditos y débitos de una persona y luego llevar a cabo perfectamente su sistema de justicia.
2. ¿Cómo se descubren los requisitos del Karma? Parece no haber alguna manera de saber realmente lo que el Karma nos ordena hacer. En la práctica entonces, esto permite que cada persona determine por sí mismo lo que está bien y lo que está mal, y que atribuya de forma personal y relativa cuándo se está cosechando de lo que se sembró antes. Esto, naturalmente, coloca la responsabilidad de todo exclusivamente en el individuo, quien por su propia voluntad y preferencia, determina el curso y los valores de su vida. Por lo tanto, podemos decir que el Hinduismo es relativista porque todo es interpretado de manera diferente por cada persona.

La palabra karma significa "acción", pero el concepto religioso tiene que ver más con los resultados o consecuencias de las acciones. La doctrina del karma dice que cada pensamiento o acción da como resultado ciertas consecuencias que nacen del pensador o actor. Si una persona miente o roba, se verá perjudicado de alguna forma en el futuro (en esta vida o en otras vidas posteriores). Los hindúes creen que todo sufrimiento se debe a las propias acciones del pasado (en esta vida o en una vida previa). Algunos creen que el karma implica un estricto determinismo, por lo cual cada uno simplemente debe resignarse a vivir su karma. La mayoría, sin embargo, cree que, si bien nuestro presente está determinado por nuestro pasado, podemos influir en nuestro futuro, conduciéndonos en una forma correcta en el presente.

El karma exige la reencarnación debido a que si alguien mata una hormiga, en su siguiente reencarnación debe volver como hormiga con la conciencia de que es hormiga, a fin de morir tal como ha muerto. Si alguien mata un escarabajo, en la siguiente vida ha de volver como escarabajo. Esto lleva a dos consecuencias prácticas en el Hinduismo: (1) la esclavización de los hombres bajo toda una seria de plagas que no se atreven a combatir, porque (a) podrían estar matando a un difunto pariente o amigo; (b) temor a las consecuencias del karma, que inutilizaría todos los pasos hechos en el yoga hacia la salida final de la rueda de las reencarnaciones. (2) La falta total de compasión en la sociedad hindú como tal. Esto lo veremos a continuación.

D. Samsara (Reencarnación)

El Hinduismo cree que una persona, debido a la ley del karma, se reencarnará en alguna otra forma de existencia después de la muerte. Cree no solamente en la pre-existencia, sino además en las existencias previas. Hay quienes afirman que la gente que se reencarnó es capaz de recordar experiencias de sus anteriores vidas. ¿Qué responderías a esto?
* En primer lugar, el supuesto recuerdo de vidas pasadas no implica la presencia o existencia de vidas pasadas. La cognición (idea) de acontecimientos o personas tampoco implica su realidad en el pasado.
* En segundo lugar, aquellos que afirman tener la capacidad de reconocer personas o eventos del pasado suelen reconocer normalmente solo una anterior vida, no múltiples vidas.
* Por último, este conocimiento puede estar ligado a una manifestación demoníaca en la persona que dice recordar sucesos de una vida pasada.

Por otra parte, la reencarnación también está asociada con el sistema de castas. Según la enseñanza hindú, hay cuatro castas o clases sociales básicas (y miles de subgrupos dentro de las castas). Cada una tiene sus propias reglas y obligaciones relacionadas prácticamente con cada una de las facetas de la vida. Arriba de todo están los Brahmanes o sacerdotes. Segundos en jerarquía son los Kshatriyas o guerreros y los gobernantes. Terceros son los Vaisyas o comerciantes y los agricultores. Debajo de ellos están los Shudras o la clase trabajadora. No obstante, el nirvana (que es su concepto del cielo y el estado de gozo en unidad con Brahma) solo es posible para las tres castas superiores. Fuera del sistema de castas están los intocables o parias; aunque este sistema fue anulado a fines de la década de 1940, muchos en el campo todavía son considerados parias.

La casta de una persona está determinada al nacer por su propio karma personal. Los intentos, por lo tanto, de lograr un cambio social o de mejorar la posición social propia parecerían ir en contra de la ley del karma y el sistema de castas.

Según esta creencia de la reencarnación, cada ser humano que muere se reencarna en otro, ya sea humano o animal, y este ciclo se repite eternamente. Si alguien se reencarna en una persona perteneciente a una casta inferior o a un intocable es debido a que su comportamiento (karma) no fue bueno en su vida anterior. Y como no es posible recordar las vidas anteriores, los hindúes aceptan su suerte resignadamente sin siquiera pensar en rebelarse, puesto que ellos creen ser los únicos responsables de su precaria situación.

Siendo la vida terrenal un valle de lágrimas, el objetivo a conseguir es librarse del samsara (la rueda de las reencarnaciones) y alcanzar el nirvana, objetivo que solo alcanzan algunos privilegiados (los que van logrando una casta superior). Estos son los sadus, ascetas y santones que consagran su vida a alcanzar dicha meta.

Las herramientas de las que se valen para conseguirlo son la meditación, el yoga, el ayuno y la mortificación del cuerpo. Muchos de estos sadus renuncian a toda posesión de bienes materiales y viven como ermitaños sin contacto con la sociedad. Las torturas físicas que se infligen no están encaminadas a expiar sus culpas (porque el concepto de pecado no existe en el hinduismo), sino que es un medio para alcanzar poderes sobrenaturales e incluso para elevarse a la categoría de dios. Así podemos encontrar en la India ascetas que llevan años de pie sin sentarse jamás -ni siquiera para dormir-, u otros que, al contrario, permanecen indefinidamente sentados en la misma posición.

También es frecuente que no busquen cobijo ante los rigores del clima (lluvias monzónicas, frío invernal o calor tórrido en el verano), porque lo soportan con tan solo unos harapos como única vestimenta. La recompensa, como se dijo anteriormente, es la adquisición de poderes sobrenaturales; por ejemplo, son conocidas las proezas de algunos: pasar semanas enterrados bajo tierra, tenderse sobre camas de afilados pinchos, sobrevivir a la picadura de serpientes venenosas o evitar cualquier clase de enfermedad. En realidad, se dice que pueden poner fin a su vida cuando lo deseen e incluso a algunos, que han desaparecido sin dejar rastro, se les atribuye la capacidad de disociar los átomos que componen la materia.

Dado que es imposible que todo el karma de una persona sea experimentado en una vida, las escrituras hindúes afirman que después de la muerte las almas individuales "renacen" en este mundo en otro cuerpo-humano o animal. El tipo de renacimiento de una persona está determinado por el karma resultante de acciones pasadas.

Estrechamente asociada con la doctrina de la reencarnación está la del ahimsa o de no dañar las cosas vivas. Éste es un valor moral central del Hinduismo: la protección de toda vida (que es, en última instancia, divina), y es la principal razón por la que algunos hindúes son vegetarianos.

Así pues, no es extraño que el principal objetivo del hindú sea experimentar la liberación de este ciclo de muerte y renacimiento causado por el karma (los hindúes llaman a esta liberación moksha)

Uno de los objetivos del Hinduismo es que el alma individual se una con el alma universal o Brahma. Mientras esto llega a suceder, el alma individual nace una y otra vez. 

El Karma es una ley donde se encuentra el equilibrio de las acciones buenas y las malas de la persona. Conforme el alma logra obtener buen Karma, las posibilidades de que se rompa el ciclo de nuevos nacimientos aumentan; es entonces cuando el alma del ser humano se une para siempre con el alma universal (Brahma). Pero, si el alma tiene más karma malo que bueno, el alma tendrá más nacimientos, dejando así que la unificación con el alma universal se aplace.

¿Cómo lograr las buenas obras, romper el ciclo de nacimientos y conseguir la libertad? El Hinduismo tiene tres caminos: la actividad, el conocimiento y la devoción.

El primer camino tiene que ver con las obras o karma yoga. Éste es un camino muy popular de salvación y pone énfasis en la idea de que la liberación puede ser lograda cumpliendo con los deberes propios y familiares y, de esta forma, vencer el peso del karma malo que se ha acumulado. El Código de Manú detalla muchas de estas reglas. Entre lo que se considera más importante de estas reglas son ciertos ritos que son cumplidos en distintas etapas de la vida. En otras palabras, un hindú puede perfeccionarse suficientemente a través de rituales religiosos y obras en las vidas sucesivas, y finalmente llegará al nirvana; además, debe traer ofrendas y sacrificios a dioses, diosas y espíritus en ceremonias que pueden hacerse en templos u hogares.

El segundo camino de salvación es el camino del conocimiento, o jnana yoga. La premisa básica del camino del conocimiento es que la causa de nuestra esclavitud al ciclo de renacimientos en este mundo es la ignorancia, o avidya. Según el punto de vista predominante entre los que están consagrados a este camino, nuestra ignorancia consiste en la creencia errónea de que somos seres individuales y no UNO con la realidad divina última, llamada Brahma. Es esta ignorancia la que hace surgir nuestras malas acciones que dan como resultado un karma malo. La salvación se logra al obtener un estado de conciencia en el que nos damos cuenta de nuestra identidad con Brahma y por ende, la prioridad es encontrar en todas las cosas la simple esencia del alma universal. La práctica del yoga y la meditación profunda facilitan la experiencia mística del alma individual con el alma universal.

El tercer y último camino de salvación es el camino de la devoción o bhakti yoga. Este es el camino más elegido por la gente común de la India; satisface el deseo de un acercamiento más emocional y personal a la religión. Es el auto-renunciamiento ante uno de los muchos dioses y diosas del Hinduismo. Este tipo de devoción es expresado mediante acciones de adoración (puja), en el templo, en el hogar, mediante la participación en los muchos festivales en honor a este tipo de dioses, y mediante peregrinaciones a alguno de los numerosos lugares sagrados en la India. En el camino de la devoción, el foco está en obtener la misericordia y la ayuda de un dios para lograr la liberación del ciclo de reencarnación. Algunos hindúes conciben la salvación última como la absorción dentro de la única realidad divina, con una pérdida completa de la existencia individual. Otros la conciben como una existencia celestial en adoración al Dios personal.

Ahora note las diferencias que hay entre los tres caminos: El último es el más practicado por decenas de millones de hinduistas, pues es más atractivo; por eso, es la creencia más conocida en el Hinduismo. Sin embargo, se cree que cualquiera o todas estas acciones llevan al nirvana.

Notas:
- Un tema de controversia en el Hinduismo es la posición desventajosa de la mujer. Como sucede en el islamismo (otra gran religión en la India), en el Hinduismo la mujer es ritualmente inferior. En el censo de 2011 de India, se encontró que por cada 100 mujeres hay 109 varones. Una de las razones que explica este fenómeno es que muchas mujeres abortan los fetos de sexo femenino. En las familias hinduistas, las hijas son indeseadas, ya que para casar a las hijas, el padre debe pagar una dote, y muchas veces el pago de la dote conlleva el empobrecimiento de la familia. Sin embargo, esto es más una tradición cultural de la India que una sanción religiosa del Hinduismo.
- Según las escrituras hindúes, el Gita y los Vedas, es malo procurar el bien de los parias o de los desafortunados. Lo que padecen es consecuencia del karma, y se debe dejar que lo padezcan para de esta manera llegar en la vida siguiente a una mejor reencarnación. Esto conduce a la pasividad social, al estancamiento, a la pobreza, abre paso a las epidemias y al hambre. Ante la llegada de misioneros cristianos de occidente, los sacerdotes hindúes han tratado de hacerles ver que desde una perspectiva hindú no estaban haciendo un bien a los pobres al ayudarlos. Toda la acción sanitaria y benéfica en la India ha tenido su origen desde fuera de la India, y ha sido resistida por los brahmanes, la casta superior, privilegiada y rica, que la ha considerado como un mal fundamental que se hacía a aquellos que precisaban pagar su karma de vidas anteriores en esta vida presente.
- Más adelante estudiaremos el Budismo y revisaremos la vida de Gautama Buda, un príncipe indio, hacia el siglo 5 a.C., quien reaccionó contra el Hinduismo y su implacabilidad, y formuló su propio sistema. Es preciso añadir que las diversas formas de Budismo que se profesa en la actualidad y el culto al Buda deificado chocan frontalmente contra lo que Buda enseñó, siendo que negaba la deificación de ningún hombre, estando él incluido.

CRISTIANISMO BÍBLICO
- La Biblia aborda la pregunta del origen de todas las cosas y ofrece una respuesta contundente sobre el universo y el propósito de su existencia.
- Algunos han asemejado la doctrina del karma a la afirmación de Gál. 6:7: “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Ciertamente es una enseñanza bíblica que nuestras acciones tienen consecuencias para bien o para mal, pero esto no es lo mismo que creer que cada experiencia en la vida es consecuencia de las propias acciones del pasado. Ésta no es, definitivamente, una idea bíblica, ya que la Biblia manifiesta que existen muchos factores que pueden intervenir en cada caso debido a la complejidad del ser humano, de la vida y de la soberanía de Dios.
- La Biblia muestra que hay una sola vida y una sola muerte en el ámbito físico (Heb. 9:27); entonces, ella no da pie para confirmar el concepto de la reencarnación; más bien, la Palabra de Dios habla de la resurrección de los muertos y una vida eterna, la cual obtienen aquellos que confían en la justicia de Dios y buscan su reino, conforme a su voluntad revelada en la Biblia. 
- La verdad divina de la Biblia es una sola y no da lugar al peligroso relativismo donde todo puede ser aceptado y aprobado en nombre del respeto por la diferencia.
- La Biblia es vertical para revelar que aquellos que mueren sin poner su fe en Cristo sufrirán el tormento eterno en el infierno, pero aquellos que confían en Cristo vivirán con él para siempre en una paz interminable (Ap. 20:11-15; Jn. 14:1-3). La razón de esta posición radical es que Jesucristo como Salvador pudo dar plena satisfacción a la justicia divina, pagando por los pecados de todos los hombres, a fin de que todo aquel que acepte en don de Dios, creyendo en Jesucristo, reciba gratuitamente la vida eterna; esta vida eterna se recibe ahora por la fe, pero también se manifestará plenamente en el creyente en la resurrección, llegando a una relación directa con Dios en gloria e inmortalidad.
- En los evangelios y en el N.T., Cristo resalta el valor de la mujer y promueve la misericordia, la generosidad y la solidaridad con los más necesitados. Estos han sido algunos de los más grandes aportes del Cristianismo al mundo, además del fomento de la libertad y la igualdad entre los seres humanos para que todos seamos uno en Cristo.

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