Visitas por países (actualizando)

Flag Counter

Bienvenida

Agradecemos su visita

Este blog ha sido creado para brindar un espacio donde queremos compartir el mensaje de la Palabra de Dios mediante diversas herramientas: texto, audio, video, entre otras.

La Iglesia Cristiana Sión tiene como misión el predicar el evangelio a toda criatura y en todas las naciones. Además, la tarea es hacer discípulos auténticos que sigan a Cristo y reflejen su carácter.

Le invitamos a participar con sus comentarios y opiniones

Mayor informes:

Barrio Robledo Parque - Medellín, Colombia

Alejandro Ocampo -2646825 - 3122958775

Barrio El Playón - Medellín, Colombia

Juan Carlos Sánchez -4619040 - 3136619531

miércoles, 5 de agosto de 2015

El sostenimiento financiero de la iglesia local Parte IX


- El propósito de este estudio no es que el creyente cierre su corazón para servir a otros con sus finanzas o que no apoye el cumplimiento de la Gran Comisión, contribuyendo en una iglesia local y en un ministerio cristiano de buen testimonio. Antes bien, en este material se busca concientizar al pueblo de Dios y a los nuevos creyentes en Cristo para que todos nos unamos a trabajar en la salvación de muchas vidas y en el discipulado integral en la Iglesia del Señor; sin embargo, se debe insistir en que no existe ninguna referencia bíblica que enseñe a un cristiano que debe dar el diezmo de sus ingresos.

El dar en sí mismo es algo maravilloso; especialmente cuando se hace de corazón, voluntariamente y con alegría; no por presión, amenazas o miedo. No estoy contra el principio del dar en absoluto, pero este estudio bíblico se hizo precisamente para derribar los argumentos errados de los que piden y enseñan el diezmo “obligatorio” o “voluntario”, el cual se predica con tanta frecuencia en muchas iglesias.

La palabra “diezmo” significa literalmente “la décima parte” y hoy se utiliza como una ley en muchas iglesias para exigir a los cristianos que den la décima parte de sus ingresos a la iglesia respectiva.

¿Pero es el diezmo una práctica del N.T.? ¿Es realmente algo para cristianos, o es parte del Antiguo Pacto? ¿Realmente hay una ley vigente que declara que todos los cristianos tienen que dar el diez por ciento de sus ingresos? ¿No se supone que seamos “dadores alegres”, simplemente dando lo que Dios pone en nuestros corazones?

Si usted lee todo el N.T. (a conciencia y de forma sistemática) estará sorprendido al enterarse de cuán pocas veces se menciona la palabra diezmo o diezmar en el N.T. De hecho, no existe ninguna referencia bíblica que enseñe a un cristiano que debe dar el diezmo.

En todo el N.T. no se afirma que el diezmo sea aplicable a los cristianos. Es más, en el libro entero de Hechos (una historia de los primeros 30 años de la iglesia cristiana del N.T.), no se menciona el diezmo NI UNA SOLA VEZ. En resumen, tenemos una multitud de ejemplos de personas que dieron dinero “de corazón” pero NO SE MENCIONA el diezmo de un solo cristiano convertido. Además, ni siquiera se menciona que Jesús o los apóstoles lo dieran, lo enseñaran o lo pidieran. ¿No es esto suficiente para concluir que el diezmo ya no está vigente en el N.T. ni en la Iglesia de Cristo?

- En Hch. 15 encontramos a la iglesia de Jerusalén discutiendo acerca de cómo la Ley se relacionaba con los nuevos creyentes gentiles. Esto fue cerca de 20 años después de la resurrección de Cristo y los creyentes judíos en Jerusalén aún estaban profundamente arraigados con la mentalidad del Antiguo Pacto. Después de mucha deliberación, Santiago concluyó y dijo que a los gentiles no se les debía exigir todos los aspectos de la Ley que los creyentes judíos aún guardaban. El Espíritu Santo dio testimonio de la necesidad de ponerse de acuerdo y los líderes de la iglesia en Jerusalén concluyeron que ellos darían a los creyentes gentiles solo cuatro instrucciones: abstenerse de comida ofrecida a los ídolos, no beber sangre, no comer nada que haya sido ahogado (estrangulado), y no practicar fornicación. Esta fue la suma total de sus instrucciones a los gentiles en ese momento; sin embargo, después Pablo aclara en 1 Cor. 6, 8 y 10 que consumir comida sacrificada a los ídolos no es un problema en sí mismo pero da unas recomendaciones para no afectar la conciencia de los débiles en la fe.

Si diezmar hubiese sido un principio divino vigente en el Nuevo Pacto, los líderes de la iglesia de Jerusalén (y las cartas del N.T.) ciertamente lo hubieran mencionado. Esta era una oportunidad perfecta para comunicar las más grandes verdades del Nuevo Pacto a los creyentes gentiles. Si bien la iglesia en Jerusalén aún estaba elaborando el cambio de Antiguo Pacto al Nuevo Pacto y le costaba entender algunos aspectos de la vida cristiana, con todo, el concepto de diezmar no fue parte de sus instrucciones a los nuevos creyentes gentiles. En este contexto, Dios levanta a un hombre llamado Pablo para dar revelación por el Espíritu Santo en sus escritos, acerca de muchos temas que eran motivo de conflicto en la iglesia del primer siglo pero ni siquiera Pablo menciona la palabra diezmos.

Recordemos lo que dijo Jesús: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn. 14:26).

Si el diezmo era un principio vigente para el Nuevo Pacto es muy extraño que el Espíritu Santo no hubiese utilizado a ningún escritor del N.T. para ratificar este punto; antes bien, hay un silencio significativo y contundente al respecto porque no hay instrucciones precisas de parte de Dios en el N.T. Exceptuando los evangelios y la cita de Heb. 7 (que será estudiada más adelante), ninguno de los escritores de las N.T. menciona los diezmos… ni como enseñanza para cristianos ni como práctica en las iglesias.

Notemos que la iglesia en Jerusalén (compuesta por una mayoría de judíos) eximió a los gentiles de guardar la Ley, pero fallaron en darse cuenta que ellos tampoco la tenían que guardar. Su fe en Jesús estaba mezclada con una mentalidad equivocada acerca de la Ley; por esta razón, fueron inspiradas por el Espíritu Santo las cartas del N.T. a las iglesias.

La mente carnal no puede comprender el Nuevo Pacto. Solo el Espíritu Santo puede renovar la mente y eso fue lo que Dios quiso hacer a través de las cartas de Pablo pero aún hoy, muchos siguen con una mentalidad de Antiguo Pacto y malinterpretan las Escrituras ya que no toman el tiempo necesario para investigar, analizar y evaluar todas las referencias bíblicas sobre el diezmo y lo peor es que la mayoría de cristianos (y sobre todo, muchos pastores y predicadores) se conforman con repetir lo que otro dijo o toman literalmente muchas citas bíblicas sobre el diezmo (sin hacer una exégesis correcta del texto) y así enseñan en sus iglesias.

- Otra cita que se usa de forma equivocada para tratar de enseñar la práctica del diezmo es la siguiente:

“Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22:21).

En Mt. 22:15-22, Jesús se enfrenta a una “pregunta engañosa” de los fariseos respecto al pago de impuestos de parte de los discípulos. Él responde diciéndoles que es necesario dar al César lo que es del César y dar a Dios lo que es de Dios. Lo de César eran impuestos (dinero), por lo que los cristianos deben pagar sus impuestos, pero algunos toman esta cita para decir que a Dios hay que darle los diezmos (en dinero) porque le pertenecen. Sin embargo, ¿la frase “lo que es de Dios” se refiere al diezmo?

En este pasaje, el contexto deja claro que se trata de la prioridad de Dios: la obediencia a su perfecta voluntad; éste fue el mensaje que el Padre le dio al Hijo; por ende, darle a Dios lo que es Dios no aplica a diezmos, dinero, ofrendas o cuestiones materiales.

En síntesis, el punto principal que Jesús expone es el siguiente: los creyentes fieles al Señor respetan las leyes humanas de un gobierno y se someten a las autoridades, pagando los impuestos correspondientes al lugar en donde viven pero las leyes de Dios están por encima de todo y debemos respetar siempre a la máxima autoridad del universo que es Dios.

Muchos dicen: el diezmo es de Dios y si no lo pagas eres un ladrón porque no puedes tomar lo que no te pertenece; quédate con el 90% y dale a Dios el 10% porque no es tuyo; sin embargo, recordemos que el diezmo que Dios exigió al pueblo de Israel era de Dios porque era el diezmo de los productos de la tierra y el ganado en la tierra prometida que él les concedió (Lv. 27:30) y esto se ha explicado ampliamente, pero en el N.T. Dios no pide ni exige diezmos a los cristianos porque no existe ninguna evidencia de ello; por tanto, decir que los diezmos de los cristianos le pertenecen a Dios es anti bíblico y es falso. Mas bien, lo que el N.T. manifiesta es que el 100% de lo que Dios nos da le pertenece a él y nosotros somos simplemente administradores de lo que tenemos; por eso, nuestra vida es de él, nuestro dinero es de él y solo él debe guiarnos por su palabra para hacer su voluntad; nadie tiene la autoridad para decirnos cuánto dar, cada cuánto debemos dar o a quién darlo; además, en el N.T., como cristianos somos llamados a ofrendar con alegría y generosidad, y no a diezmar. Quien enseñe lo contrario, tendrá que demostrarlo con las Escrituras y no con argumentos humanos. Además, no hay levitas ni sacerdotes judíos que reciban el diezmo ni estamos en Israel para cumplir con las exigencias bíblicas del diezmo en la Ley.

- Otro pasaje del N.T. que menciona el diezmo está en el libro de Hebreos pero es una cita del diezmo de Abraham a Melquisedec y no ofrece ninguna aplicación para la Iglesia de Cristo; aunque este punto ya fue tratado con detalle cuando se habló del diezmo antes de la Ley, debemos revisar lo que el N.T. tiene que decir al respecto.

Según Hebreos capítulo 7, Melquisedec es una representación de Cristo pero se cree erróneamente que los cristianos tenemos que seguir el ejemplo de Abraham y dar los diezmos para Cristo.

Es importante tener en cuenta el argumento literario de Hebreos en su conjunto, y este pasaje en particular. Toda la carta a los Hebreos está, básicamente, argumentando que el sacrificio de Jesús es superior a los sacrificios del Antiguo Pacto; por lo tanto, con esta carta se alentó a los judíos a no dar marcha atrás a sus antiguas formas y a honrar a Cristo por encima de la ley mosaica.

El autor de Hebreos está probando que Jesús es un sumo sacerdote superior y que Jesús estaba en el orden de Melquisedec, y no en el de Aarón o el de los levitas; además, señala muchos aspectos del A.T. para demostrar la grandeza del sacrificio de Jesús y la superioridad del sumo sacerdocio de Jesús sobre el sacerdocio de Aarón. Luego, el autor señala que el sacerdocio de Melquisedec era superior al sacerdocio levítico y esto lo encontramos en el segmento donde se habla de los diezmos de Abraham (Heb. 7:1-10). Las pruebas de esta afirmación son las siguientes:
a) Melquisedec es mayor que Abraham porque recibió los diezmos de él; puesto que Leví y Aarón fueron descendientes de Abraham, se ha demostrado la superioridad de Melquisedec sobre ellos.
b) Melquisedec bendijo a Abraham, y el mayor siempre bendice al menor.
c) Los sacerdotes levitas comenzaban su servicio en el Templo a cierta edad y entonces dejarían de servir porque cumplirían un periodo estipulado por la Ley y luego, finalmente morirían. Israel pagó diezmos a los sacerdotes que iban a morir, pero Abraham pagó sus diezmos a un sacerdote que se dice que vive: Melquisedec (v. 8). Aquí es cuando algunos consideran que Melquisedec es una manifestación de Cristo antes de la Ley.

Ahora bien, ¿debemos seguir el ejemplo de Abraham en cuanto a los diezmos? En primer lugar, el diezmo de Abraham era voluntario, no obligatorio ni según la Ley de Moisés. La Escritura nunca declara que a él se le ordenó darlo. En segundo lugar, el diezmo se da como un acto de gratitud a Dios por su victoria en la guerra. Esto es muy diferente del concepto del diezmo en la ley mosaica. Por último, el autor de Hebreos no estaba tratando de argumentar a favor de la continuación de la práctica del diezmo en este pasaje. El tema de la continuidad o cese del diezmo es totalmente irrelevante para los propósitos teológicos del autor en Hebreos. La referencia al diezmo en Hebreos 7 es ilustrativa y no prescriptiva; es decir, es una mención a un hecho histórico narrado en el libro de Génesis pero no es un mandamiento que podamos aplicar a los creyentes del Nuevo Pacto. Además, está muy claro en el v. 5 que los llamados a diezmar eran los creyentes del Antiguo Pacto (los judíos) y que los llamados a recibir el diezmo del pueblo judío eran los levitas (el diezmo levítico). Como ya se estudió antes, éste es el primer tipo de diezmo pero existían otros 3 tipos de diezmos que Dios constituyó en la ley mosaica pero que el libro de Hebreos no los menciona para este caso.

“Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham” (Heb. 7:5).

En resumen, este pasaje de la Escritura no tiene nada que ver con diezmar en el Nuevo Pacto. Además, el libro de Hebreos proclama la superioridad del Nuevo Pacto. Dice que tenemos una mejor esperanza, un mejor pacto, una mejor promesa, un mejor sacrificio, una mejor patria, una mejor resurrección y un mejor resultado de la fe. Igualmente, en este libro se demuestra que Jesús tiene mejor nombre y mejor sangre, y que ahora tenemos una mejor purificación de los pecados, una mejor conciencia, y una mejor relación con Dios, entrando al Lugar Santísimo a través de Cristo.

Cuando el escritor de Hebreos expone el caso de Melquisedec y lo pone por encima de Abraham, su argumento se basa en el hecho de que Abraham le dio los diezmos a Melquisedec. ¿Cómo hace ese diezmo a Melquisedec más grande que cualquier otro sacerdote del Antiguo Pacto?

* Cuando Abraham da el diezmo a Melquisedec, todos los descendientes no nacidos de Abraham se encontraban en sus lomos; lo que significa que la tribu de Leví del Antiguo Pacto estaba en sus lomos; entonces, todos los levitas del Antiguo Pacto estaban allí, pagando el diezmo a Melquisedec, de forma figurativa.
* Cuando Abraham recibió las bendiciones de Melquisedec, los levitas del Antiguo Pacto también estaban recibiendo las bendiciones de Melquisedec; por eso, debido a que el que recibió los diezmos y dio las bendiciones es mayor que el que dio el diezmo y recibió las bendiciones, Melquisedec es mayor que los levitas del Antiguo Pacto.
* Debido a que se demuestra que Melquisedec es mayor que los levitas del Antiguo Pacto, eso prueba que Jesús es también mayor porque es Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.

Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos (Heb. 8:1). Este versículo aclara el propósito del escritor de traer a la memoria el asunto del diezmo de Abraham a Melquisedec pero su objetivo era demostrar que tenemos un mayor Sumo Sacerdote; él no estaba enseñando ni ratificando el diezmo a la Iglesia, ya sea directa o indirectamente.

Es cierto que Jesús es un mejor Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec y Melquisedec recibió los diezmos de Abraham. De todos modos, tenemos una relación completamente diferente y mucho mejor con Jesucristo que la que Abraham tuvo con Melquisedec. Este punto nos muestra una forma de vida totalmente diferente que la que fue apropiada para Abraham.

* El diezmo que Abraham dio a Melquisedec es también diferente al diezmo que se enseña de forma errónea en muchas iglesias hoy en día porque fue único y no hay un registro bíblico de que hubo 2 o más diezmos, mientras que en muchos lugares se enseña que la gente debe diezmar de forma periódica y durante toda su vida en una iglesia, pero esta enseñanza es errónea.
* El diezmo de Abraham no fue la base de su bendición financiera; éste fue dado después que Abraham ya fuera inmensamente rico.
* El diezmo de Abraham no fue la base para obtener respuestas a sus oraciones.
* El diezmo de Abraham no fue un requisito o sugerencia como parte de su pacto con Dios.
* El diezmo de Abraham no fue algo que él tuvo que hacer para evitar la maldición o para probar la fidelidad de Dios para dar bendición material.
* El diezmo de Abraham provino de algo que él ni siquiera iba a guardar porque el botín de guerra se lo pensaba entregar al rey de Sodoma y así lo hizo luego.

El dar del Nuevo Pacto está basado en un modelo espiritual diferente al de Abraham. Considere la relación de Abraham con Dios y compárela con nuestra relación con Dios a través de Cristo:

* Abraham no fue redimido por la sangre de Cristo. Los pecados de Abraham no fueron remitidos (totalmente perdonados y limpiados); ellos solo fueron temporalmente cubiertos y pasados por alto.
* La vieja naturaleza de Abraham no fue crucificada con Cristo y él no nació de nuevo, no fue regenerado espiritualmente, recibiendo la naturaleza de Dios en él.
* Abraham no tenía al Espíritu Santo morando en él como guía.
* Abraham no fue librado del poder de las tinieblas y trasladado al reino del Hijo de Dios.
* Abraham no fue vivificado con Cristo, resucitado con él, y sentado con él a la diestra del Padre.
* Abraham no fue bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
* Abraham no fue coheredero de todas las cosas a través de la unión espiritual con el Cristo resucitado.
* Abraham no pudo crecer en la estatura en Cristo.

Los cristianos que insisten en seguir el modelo del diezmo de Abraham no han visto la realidad de vivir en Cristo como hijos de Dios en cuanto a las finanzas. Podemos aprender algunas cosas de la fe de Abraham, pero el resucitado Señor Jesucristo es el único y verdadero modelo de vida y de relación con Dios para todo cristiano nacido de nuevo. Pablo dijo en 1 Cor. 11:1: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. Pablo seguía al Cristo resucitado, y si Cristo no enseñó ni pidió ni pagó diezmos ni estableció una norma acerca de esto para los creyentes del Nuevo Pacto, ¿quién soy yo para hacerlo? 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario