d. Cualquier cosa añadida a la obra de Cristo en la cruz
1. La salvación es
solo por gracia mediante la fe en Cristo… nada más; no importa si algunas
personas todavía insisten en agregar otros requisitos para la salvación. Recordemos
que la vida cristiana contiene aspectos necesarios para crecer en la fe y en el
conocimiento de Dios pero estos elementos debemos considerarlos aparte de la
salvación: la raíz es la salvación y los frutos son las evidencias de amar,
obedecer y honrar al Señor.
2. Ten en cuenta la
siguiente reflexión: “Supongamos que moriste, fuiste al cielo y estás frente a
Dios, y él te pregunta: ¿por qué debería dejarte entrar al cielo? ¿Qué le
dirías? Por supuesto, la respuesta correcta es: Porque Cristo murió por mis
pecados y he puesto toda mi confianza en él para mi salvación. Pero ahora,
déjame decirte algo más: supongamos que Dios te hizo la anterior pregunta y que
tú diste la respuesta anterior. Luego, para tu sorpresa, él dice: eso no es
suficiente, ¿por qué más debo dejarte entrar?... ¿qué le dirías entonces?
Muchas personas podrían pensar y luego decir: Bueno, también hice el bien aquí
y allá… pero si realmente confías solo en Cristo para tu salvación, la
respuesta debería ser: bueno, si la muerte de Cristo no es suficiente, entonces
no hay otra razón para que me dejes entrar. Todo lo que merezco es el infierno
porque la paga del pecado es la muerte y la condenación eterna.
3. Se cuenta la
historia de un misionero cristiano que trató de llegar a hindúes en algunas
islas en el Océano Índico. A principios de su ministerio, se hizo amigo de un
hindú que era buceador y buscaba perlas. Sin embargo, parecía que este hombre
nunca podía aceptar el hecho de que la muerte de Cristo era suficiente para
pagar por su salvación. Después de muchos años, el viejo buscador de perlas
invitó al misionero a su casa. Explicó que él ya estaba viejo y que había
decidido hacer una peregrinación a uno de los ríos sagrados de la India. El estaba
muy viejo y sabía que no regresaría de ese viaje. Mirando al misionero dijo:
“Tú has sido mi mejor amigo. Así que, antes de irme, tengo un regalo para ti.
De un lugar escondido, el anciano tomó una caja, y cuando la abrió, en el
interior estaba la más grande y perfecta perla que el misionero había visto
antes. El anciano explicó: cuando era joven, tenía un solo hijo; él fue la
alegría de mi vida y el mejor buscador de perlas. Podía nadar más profundo y
mantener la respiración más tiempo que nadie en la isla. Un día, mientras
buceaba, vio una gran ostra, más profunda de lo que nadie se atrevería a bajar.
Decidió bucear por ella, pero era demasiado profundo para que regresara. Al día
siguiente, su cuerpo flotó a la superficie y en su mano estaba esta perla. Es
la cosa más preciosa que poseo. Ahora, quiero dártela a ti. El misionero se
conmovió, balbuceó y tartamudeó; por último, dijo: por favor, permíteme pagarte
algo por la perla. Al escuchar esto, el anciano arrugó su frente de enojo y
dijo: ¿cómo puedes si quiera sugerir tal cosa?... pagar por esta perla le
pondría un precio a la vida de mi hijo. ¡Nada de lo que puedas pagar sería
suficiente! Con una sonrisa, el misionero explicó que era igual con Dios. Él
había enviado a su Hijo unigénito a morir para pagar por nuestros pecados y
devolverle a Dios o añadir cualquier cosa o cualquier obra disminuiría el valor
del sacrificio del Hijo de Dios. Con ello, el viejo buscador de perlas,
inclinando la cabeza, recibió a Jesús como su Salvador y su muerte como la paga
total y suficiente de sus pecados.
4. A modo de cierre,
planteo las siguientes preguntas: ¿Qué valor crees que tiene para Dios su único
hijo? ¿Son tu vida cristiana, tu amor, fe y fidelidad coherentes con el valor
del sacrificio de Dios por amor a ti? ¿Puedes entender que la razón por la cual
no se puede añadir nada a la obra de la cruz es porque su sacrificio es
infinitamente valioso? Sería como si alguien pagara un millón de dólares por
una cuchara de madera y luego, tú ofrecieras añadir unos cuantos centavos para
mejorar la paga. La salvación es demasiado costosa como para comprarla o
ganarla con obras o méritos propios. El precio pagado es demasiado grande como
para añadirle algo.
La salvación es solo
por gracia mediante la fe en Cristo… nada más
¡CREAMOS, VIVAMOS Y
ENSEÑEMOS ESTO EN
TODO EL MUNDO!
V. Falsos evangelios
Necesitamos aprender
a reconocer el verdadero evangelio según la Biblia y con humildad tener la
capacidad de ayudar a otros cambiar sus creencias en falsos evangelios los
cuales añaden o reducen el contenido bíblico o contienen falsas promesas para
mover las emociones de las personas a fin de que se acerquen supuestamente a
Dios o pertenezcan a una iglesia en particular.
En sesiones
anteriores, discutimos lo que se encuentra en el evangelio bíblico. En este
capítulo veremos las adulteraciones directas al evangelio que incluyen:
- Adición de
contenido
- Reducción de
contenido
- Falsas promesas
En capítulos
posteriores veremos los sistemas religiosos que son falsificaciones al evangelio
de Cristo pero ahora echemos un vistazo a las formas en que muchos falsifican
el evangelio, incluso en iglesias que tradicionalmente han tenido un perfil
sano.
a. Evangelios que son falsos debido al contenido
agregado
Hay muchos cristianos
en el mundo que consideran que no es malo añadir contenido o prácticas
necesarias al evangelio, siempre y cuando Cristo esté incluido. Sin embargo,
nada podría estar más lejos de la verdad escritural. En el primer siglo, estas
adiciones eran directamente denunciadas por los escritores bíblicos del N.T.
Por ejemplo: los judíos querían añadir el requisito de mantener la ley de
Moisés, o al menos, exigir la circuncisión (Hch. 15) pero el Espíritu Santo
habló a través de Pablo en Gál. 1:8, 9: “Mas
si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente
del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora
lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido,
sea anatema”.
Veamos, entonces, los
modos en que las personas adulteran o añaden al evangelio bíblico:
- Agregar elementos que son expectativas normales pero
no requisitos para la salvación
Ya hemos analizado este
punto pero tengamos siempre presente lo siguiente: cuestiones como la oración,
la lectura de la Biblia, la asistencia a la iglesia, el bautismo con agua, la
obediencia y otros, a menudo son tomados erróneamente como requisitos para
salvación debido a sus beneficios en la vida espiritual pero recordemos que
añadir algo a la obra de Cristo minimiza su sacrificio y contradice la verdad
de que la salvación es completamente un regalo, mientras que las buenas obras
son frutos de la fe y del conocimiento de la voluntad de Dios (Ef. 2:8-10).
No podemos hacer una
persona salva exigiendo estos requisitos en su vida, sino que, como un árbol
fructífero tiene evidencias, así una persona salva vivirá en obediencia a la
Palabra y dará los frutos que Dios demanda pero la salvación es solo por gracia
en Cristo Jesús. De igual forma una persona salva no vivirá de una forma
desordenada en su moral y en sus hábitos sino que mostrará coherencia entre su
fe y sus acciones.
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