- Cualquier evangelio que promete una vida fácil después
de la salvación… es un falso evangelio
Si revisamos todo el
N.T. encontraremos que hay muchas declaraciones de parte de Dios para
enseñarnos que todos los cristianos convertidos (así como la gente no
convertida) estamos expuestos al sufrimiento en esta tierra; aún más, si
seguimos a Cristo de verdad, vivimos en contra de la corriente de este mundo y
sufrimos menosprecio, rechazos y persecución, así como Cristo cuando estuvo en
la tierra, teniendo como enemigo a Satanás. La diferencia es que los creyentes
salvos tenemos la gracia, el amor y la presencia de Dios a nuestro favor para
fortalecernos, guiarnos y consolarnos, mientras que la gente que vive lejos de
la voluntad de Dios se encuentra en enemistad de Dios y en amistad con Satanás.
Estas verdades espirituales están claras en las Escrituras; sin embargo, hay
predicadores y creyentes que dicen: si tú confías en Cristo, serás librado
siempre del mal, serás feliz, no te faltará nada y él llenará todos los vacíos
de tu corazón. Este mensaje suena muy bonito pero Dios nunca ha prometido que
todos sus hijos sean librados del sufrimiento pero sí ha prometido darnos su
paz, su fortaleza, su sabiduría y su poder para enfrentar todo lo que él
permita que suceda en nuestra vida. Ahora bien, la felicidad que Dios nos
brinda no está asociada a lo material sino a la paz, la confianza y la
bendición que vienen de Dios cuando nos ajustamos a su perfecta voluntad y
obedecemos sus mandamientos; entonces la felicidad según la palabra de Dios es
vivir de acuerdo al plan de Dios, y no a obtener cosas materiales.
Miremos algunas citas
bíblicas:
“Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y
de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en
la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones
entremos en el reino de Dios” (Hch 14:21, 22). En
este pasaje notamos que Dios usa el sufrimiento para ablandar el corazón, para
hacerlo sensible y para moldear el carácter; sin embargo, no todos sufrimos las
mismas situaciones sino que Dios tiene el control sobre todo lo que acontece a
los creyentes salvos, a fin de desarrollar su fe para que ésta persevere hasta
el final para salvación.
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os
ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por
cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en
la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por
el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios
reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero
por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como
homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno
padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero
comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio
de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y
el pecador? De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden
sus almas al fiel Creador, y hagan el bien” (1 Ped. 4:12-19).
Según este pasaje, Dios tiene que probar a los creyentes para que demuestren si
realmente han creído de todo corazón, si están dispuestos a permanecer en el
camino de la justicia y si realmente han decido entregar su vida por Cristo. La
forma como Dios, los mismos creyentes y la gente que les rodea, evidencian si
su fe y su entrega son auténticas, es mediante las pruebas. Una ilustración muy
clara la encontramos en la educación: el estudiante es instruido en diversas
materias o temas, y luego se mide la asimilación que ha tenido de los conceptos
y las lecciones aprendidas; el método que se usa para esto es exponerlo a
diversas pruebas, exámenes y ejercicios en donde la persona tiene que demostrar
su interés, su compromiso y su entrega; luego, será reconocido con un título,
un diploma o algo similar. No obstante, lo más importante no es recibir un
papel o un reconocimiento de que terminó un curso o una carrera; lo más
satisfactorio es tener la capacidad para servir a otros mediante el
conocimiento adquirido y lograr una experiencia en la vida real; esto es lo que
la gente valora, aún mucho más que las palabras o los títulos. Asimismo ocurre
en la vida cristiana: el creyente que ha sido salvo tiene que ser probado por
Dios y su buen testimonio tiene que ser conocido por los hombres para que el
nombre de Cristo sea glorificado y no sea motivo de burlas y menosprecios a
causa de un falso cristiano que se convierte en un tropiezo para otros. No se
trata de decir: soy cristiano, soy salvo, estoy en el evangelio, conozco de
Dios, asisto a una iglesia, predico a Cristo… hay que probarlo con hechos, con
la vida misma, en el día a día y hasta la muerte.
En síntesis, cualquier
evangelio que promete una vida fácil después de la salvación es un falso evangelio.
- Cualquier evangelio que promete que Jesús concederá cada
petición de oración de aquellos que son salvos… es un falso evangelio.
Hay muchas personas que
se convierten aparentemente a Cristo después de que alguien ora por ellos y que
Dios contesta esa oración. A veces, ésta es una clase de conversión condicional
que tiene el siguiente pensamiento: voy a buscar de Dios si él responde a mis oraciones,
pero si no veo lo que necesito, seguiré en mis viejas costumbres.
Es cierto que Dios responde
a las oraciones (a veces SI, a veces NO, a veces no entendemos cómo o cuándo)
pero él nunca promete a nadie que se le concederá todo lo que pida de forma
incondicional (Stg. 4:2, 3). Más bien, Dios es quien pone las condiciones para
contestar a la oración y no nosotros, porque no siempre sabemos lo que es mejor
para nosotros, pero él sí; además, él responde de acuerdo a lo que es mejor y a
veces, su respuesta es NO porque tiene algo mejor planeado para nosotros. Por lo
tanto, cualquier evangelio que promete que Jesús responderá SI a cada oración de
los creyentes salvos es un falso evangelio.
- Existen muchas otras falsas promesas agregadas al evangelio…
En la historia de la
iglesia cristiana siempre hay gente que quiere agregar al evangelio muchos
elementos para hacerlo más atractivo y obtener el favor de los hombres (dinero,
fama, poder, etc.) pero el efecto ha sido contrario porque la gente se
desilusiona y desiste de creer en falsas promesas, abandonando la fe en Cristo
o buscando el verdadero evangelio que la Biblia presenta.
Otros ejemplos de
falsas promesas son: promesas de libertad política, salvación universal, tener
una familia, un matrimonio o hijos perfectos, capacidad de tener hijos, no más responsabilidades
terrenales y otras.
En todo esto, tenemos
que prestar atención al mandato que Pablo le dio a Timoteo en 2 Tim. 2:15, 16: “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra
de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más
a la impiedad”.
d. Una palabra acerca de aquellos con pensamientos
conflictivos
Es muy común y muy humano
que una persona crea, al mismo tiempo, en dos hechos que se contradicen. El término
técnico para esto es disonancia cognitiva y ocurre a veces en relación con el evangelio.
Por ejemplo, una persona puede depender completamente de Jesús para la salvación,
pero aún tener algunos conceptos errados en cuanto a temas que no afectan la
salvación. Ahora bien, puede tomarle un tiempo a dichas personas darse cuenta de
estas contradicciones y corregirlas; esto fue cierto incluso con Pedro, quien estuvo
un tiempo pensando que la Ley de Moisés (en cuanto a ritos y ceremonias) debía
guardarse para agradar a Dios en el evangelio y así enseñó a los creyentes,
pero Pablo lo corrigió y él se dejó orientar para cambiar su posición (Gál. 2:11-21).
Vale aclarar que en la Ley de Moisés y en el A.T. hay mandamientos y principios
que no han perdido vigencia porque el N.T. los ratifica y los honra; sin
embargo, las leyes ceremoniales y otros aspectos exclusivos para la nación de
Israel ya no tienen aplicación para los creyentes del nuevo pacto en Cristo.
Ten en cuenta que Pedro
fue sin duda salvo a pesar de que creía esta contradicción. Debido a esto, tenemos
que desarrollar el siguiente enfoque cuando nos encontramos con personas con pensamientos
conflictivos sobre el evangelio:
* Debemos comprender que
una persona puede ser salva a pesar de creer en algo que contradice el evangelio
bíblico, ya que si cree en su contenido esencial, sigue siendo salva.
* No debemos apresurarnos
a juzgar la salvación de otros.
* Cuando encontremos una
contradicción, debemos explicar la verdad bíblica con humildad, entendiendo que
puede tomarle a la persona algún tiempo resolver el problema.
* Hay muchos falsos maestros
y muchos falsos evangelios en el mundo; por tanto, la mejor manera de protegernos
a nosotros mismos y a los creyentes que nos oyen predicar el evangelio, es estudiando
y enseñando con claridad la Biblia, centrándonos solamente en el verdadero evangelio
que ella presenta.
En resumen tenemos
que concluir que…
LA SALVACIÓN ES SOLAMENTE POR GRACIA
A TRAVÉS DE LA FE EN JESÚS Y NADA MÁS
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