- Requerir el señorío de Cristo para la salvación
Este problema es muy
similar a la cuestión anterior; sin embargo, es muy popular entre los cristianos
en todo el mundo. Esta creencia dice que Jesús no solo debe ser tu Salvador, sino
también tu Señor, para que puedas ser salvo. Ahora, es importante comprender lo
que se dice aquí y lo que no se dice. Por Señor, estas personas se refieren a que
una persona debe comprometerse a obedecer a Cristo, y no solo confiar en él para
perdonar sus pecados y recibir el don gratuito de la salvación, a fin de ser salvos.
Ellos dicen que un creyente no es salvo hasta que haga este compromiso con Jesús
como su Señor. Los que defienden esta posición dicen que:
* Si no te comprometes
con Cristo como tu Señor, no podrías haber entendido que él es realmente Dios. Por
lo tanto, esa no es la fe salvadora.
* Debido a que aquellos
que no le obedecen no son salvos, debes obedecer para ser salvo.
* Decir que alguien puede
obtener la salvación sin hacer a Cristo su Señor, abre la puerta para que las personas
profesen la salvación y, luego, lleven una vida desobediente, influyendo en otros
para seguir su mal ejemplo y este camino que lleva hacia el infierno.
Aquellos que empiezan
por confiar en Cristo como su Salvador eventualmente le obedecerán como Señor, y
si no lo hacen, entonces, con toda probabilidad, no son salvos. Así pues, un
creyente no puede tener una vida de desobediencia a Dios y al mismo tiempo tener
la garantía de su salvación.
* Aquellos que
empiezan por confiar en Cristo como su Salvador eventualmente le obedecerán
como Señor, y si no lo hacen, entonces, con toda probabilidad, no son salvos.
Estas afirmaciones
parecen correctas para el creyente común pero si las evaluamos a la luz de la
Biblia no existen argumentos objetivos para mantener esta posición.
¿Qué versos bíblicos podrían
usar las personas para apoyar esta posición? No estamos buscando argumentos lógicos
fuera de la Biblia sino argumentos con una interpretación sana de la Biblia.
Ahora, hay dos asuntos
importantes para comprender aquí:
* El primero punto es
que las personas que insisten en que Jesús debe ser tu Señor para que sea tu Salvador
y que no solo debes realmente confiar en su sacrificio, sino que debes hacer un
compromiso adicional para obedecerle, están confundiendo el fruto con la raíz.
Este es un grave error porque se añade una obra del hombre al único requisito
que es creer en Cristo para la salvación.
* El segundo punto es
que hay muchas personas que profesan confiar en Jesús como Salvador pero que continúan
en un estilo de vida inadecuado, descuidando de la obediencia a Dios y practicando
el pecado de forma abierta. Aquí hay una gran diferencia porque un verdadero
creyente debe mostrar una vida de buen testimonio en la cual cada vez se
inclina a obedecer más a la voluntad de Dios porque quiere agradarle y esto
refleja una madurez progresiva en su fe. Por otra parte, las personas que no
crecen espiritualmente manifestarán mayores problemas en el momento de obedecer
los principios y los mandamientos de Dios y allí es cuando los creyentes nos
unimos y nos ayudamos mutuamente mediante la oración, el consejo y el ejemplo
para estimularnos a ser cada vez más como Cristo. En otras palabras, la
obediencia a Dios no es un requisito para salvación pero si un creyente se
caracteriza por el pecado, entonces no está demostrando que su fe es genuina y
debe proceder al arrepentimiento y a la reconciliación con Dios para evidenciar
que la salvación se ha hecho efectiva en su vida.
- Rituales religiosos de todo tipo
* La práctica de los
sacramentos de la iglesia católica
La enciclopedia católica
define sacramentos como signos externos de gracia interna, instituidos por Cristo
para nuestra santificación. Allí se enlista siete sacramentos que dicen que son
partes necesarias de la vida cristiana: el bautismo, la confirmación, la eucaristía,
la penitencia (confesión), la unción de los enfermos, la orden sacerdotal, y el
matrimonio.
Según la doctrina católica,
Dios da la gracia para creer como un regalo gratuito pero esta no es la salvación;
es solo la capacidad de creer. El hombre es libre para aceptarla o rechazarla. Los
sacramentos son lo que el hombre hace para obtener la salvación y la santificación,
hecho posible por la gracia de Dios. Hablando del primer sacramento, esta enciclopedia
dice que por el bautismo somos nacidos de nuevo. La enciclopedia continúa diciendo
que el hombre realmente coopera (con Dios) en su salvación personal del pecado.
En otras palabras, estos rituales religiosos son el resultado de cada sacramento,
y para el bautismo, el resultado es la salvación. Sin embargo, hemos visto por
la Biblia que la salvación no es por obras sino por la fe en Cristo y por su
gracia como un regalo inmerecido; ahora bien, la santificación viene como fruto
de un nuevo nacimiento y una nueva vida en la cual el creyente procura obedecer
cada día más al Señor para demostrarle su amor y su fidelidad pero no para
alcanzar la salvación.
Obviamente, algunos
de los 7 sacramentos antes mencionados (por ejemplo, el bautismo en las aguas,
la eucaristía o cena del Señor y el matrimonio) se hallan establecidos en la
Biblia pero debemos entenderlos en su contexto y debemos comprender su valor
aparte de la salvación en Cristo. En cuanto a los 4 sacramentos restantes (la confirmación,
la penitencia o confesión de pecados, la unción de los enfermos y la orden
sacerdotal) hay una gran confusión porque se han tergiversado textos bíblicos para
la práctica de estos ritos. Sin embargo, este tema no será motivo de estudio en
este momento pero en otra ocasión se estará compartiendo información suficiente
al respecto.
* Otros rituales usados
como medio de salvación
Otra religión que
pone énfasis en las obras para atribuirles poder en relación con el pecado es
el judaísmo en el cual existe un sistema de sacrificios de animales y otros
ritos para obtener supuestamente el perdón de los pecados; no obstante, la
Biblia solo presenta un sacrificio perfecto para el perdón de todos los pecados
y es el sacrificio de Cristo, hecho una vez para siempre (Heb. 10:11-14).
Por otro lado, en el
hinduismo encontramos otro caso similar: una creencia hindú sostiene que un baño
en el río Ganges produce el perdón de los pecados y por eso, la gente viaja desde
lugares lejanos para sumergir las cenizas de sus familiares en las aguas del Ganges;
además, se cree también que esta inmersión envía las cenizas al cielo. Sin
embargo, la Biblia nunca aprueba este tipo de supersticiones o creencias porque
centra la atención únicamente en el Hijo de Dios como el Salvador y desecha
toda clase de ritos humanos que ponen la confianza en objetos, lugares, ceremonias
o personas como medio para alcanzar el perdón o la vida eterna (Col. 2:8-10, 16,
17, 20-23).
Los rituales religiosos
no tienen valor para lograr la salvación. Practicarlos es, por tal razón, demostrar
que no se confía plenamente en que el sacrificio de Cristo es suficiente para la
salvación.
- Hablar en lenguas
Hay cristianos que dicen
que hasta que un creyente hable en lenguas, no está salvo pero esto es un grave
error porque las lenguas son un don del Espíritu Santo en el que un creyente
habla misterios y maravillas de Dios en un lenguaje diferente al que ha
aprendido (Hch. 2:6-13; 1 Cor. 12:10; 14:2-6) pero no garantizan una vida
espiritual madura o mejor.
Es cierto que en el libro
de los Hechos muchos creyentes que fueron salvos hablaron en lenguas pero la
Biblia muestra que esta experiencia se produce porque el Espíritu Santo otorga
este don a quien él quiere (1 Cor. 12:11) y no tiene nada que ver con la
salvación ni con la espiritualidad, ya que hay muchos que hablan en lenguas
pero sus frutos son malos y viven desordenadamente. Además, el don de lenguas
no es recibido por todos, como enseña el apóstol Pablo (1 Cor. 12:28-31); lo
mismo aplica para cada don.
La falsa creencia de
que solo los creyentes salvos hablan en lenguas condenaría al infierno a aquellos
que son sordos y mudos. Entonces, no puede ser un requisito para la salvación.
- Llevar a cabo prácticas encontradas en libros que no
son parte de la Biblia
Existen muchos cristianos
o miembros de diferentes iglesias que usan la Biblia como parte de su fe pero
que también añaden más libros para relacionarlos con la Biblia, atribuyéndoles
un poder igual a la Palabra de Dios y ponen al mismo nivel las enseñanzas de
las Escrituras y las enseñanzas de otros libros. Por ejemplo, esto se evidencia
en católicos, mormones, testigos de Jehová y otros grupos religiosos. Miremos
algunos casos:
* Los católicos añaden
una serie de libros llamados apócrifos o deuterocanónicos pero ellos no hacen
parte del canon judío del A.T. y del canon cristiano del N.T. A partir de éstos,
apoyan la práctica de la oración por los que ya están muertos y el concepto de purgatorio,
aparte de otras herejías.
* Los mormones añaden
el Libro del Mormón, La Perla de Gran Precio, y Doctrinas y Pactos, que son libros
considerados inspirados por Dios tal como la Biblia. A partir de estos libros apoyan
creencias falsas; por ejemplo, un mormón debe ser bautizado para entrar en el cielo;
un mormón vivo puede ser bautizado en lugar de alguien que no era mormón cuando
murió, haciendo que la persona muerta pase de la cárcel del alma al cielo.
* Por lo tanto, cuando
otros sugieren que necesitamos saber o hacer algo no incluido en la Biblia, a fin
de ser salvos o para ser más fieles a Dios, podemos decir con seguridad que están
equivocados.
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