Visitas por países (actualizando)

Flag Counter

Bienvenida

Agradecemos su visita

Este blog ha sido creado para brindar un espacio donde queremos compartir el mensaje de la Palabra de Dios mediante diversas herramientas: texto, audio, video, entre otras.

La Iglesia Cristiana Sión tiene como misión el predicar el evangelio a toda criatura y en todas las naciones. Además, la tarea es hacer discípulos auténticos que sigan a Cristo y reflejen su carácter.

Le invitamos a participar con sus comentarios y opiniones

Mayor informes:

Barrio Robledo Parque - Medellín, Colombia

Alejandro Ocampo -2646825 - 3122958775

Barrio El Playón - Medellín, Colombia

Juan Carlos Sánchez -4619040 - 3136619531

domingo, 8 de febrero de 2015

El gozo en la presencia de Dios Parte II



d. El Espíritu Santo se deleita en las cosas de Dios, mientras la carne se deleita en las cosas de este mundo. ¿En cuál estas andando? ¿En cuál te deleitas? La verdad es clara: si siembras para la carne, de la carne segarás corrupción (Gál. 6:8). La mayoría de los cristianos pasan mucho tiempo alimentando la carne, comiendo, bebiendo, entreteniéndola, satisfaciéndola, aún con cosas "lícitas", y solo una minúscula cantidad de tiempo sembrando para el Espíritu. ¿Entonces cuál va a ser el más fuerte? Si de forma disciplinada y continuamente siembras para el Espíritu, tu hombre espiritual será fuerte, y del Espíritu segarás la vida eterna.

e. Quizás tú digas hoy: “no me deleito en las cosas de Dios, pero ¿cómo puedo hacerlo?  ¿Cómo puedo deleitarme más en Dios? ¿Dónde comienzo?” Todo comienza en la cruz. Vuelve a la cruz (Gál. 2:20). La carne que todavía dicta sus deseos tiene que ir a la cruz y ser crucificada juntamente con Cristo. Gritará y pataleará hasta el final, sin duda, pero necesita ser juzgada. Persiste en hacer morir la naturaleza humana (la voluntad de la carne) hasta que ella sea dominada completamente y se mantenga sometida a Cristo por la obra del Espíritu Santo. Todo lo que haya en tu vida que sabes que está asociado con el mundo, con la carne y con el pecado, y sabes que no agrada a Dios, necesita ser rendido. Ninguna auto-justificación está permitida. Si lo que piensas, dices o haces, está en contra de los principios de las Escrituras, o si sabes en tu corazón que no glorifica a Dios, deshazte de ello. Si es dudoso, deshazte de ello. Algo que te impide tener una conciencia absolutamente pura, necesita ser tratado y crucificado juntamente con Cristo. Permite que la obra de Cristo en la cruz tenga su efecto completo, porque es solo así puedes empezar a disfrutar de una comunión plena con Cristo.

f. Mientras continuamente crucifiques la carne y siembres para el Espíritu, andando en el Espíritu con una conciencia pura, tu espíritu (hombre interior) será edificado y hecho fuerte, y tu corazón será purificado continuamente por fe y sus deseos llegarán a ser verdaderamente santos, en comunión con la presencia de Dios. Tu corazón tendrá hambre y sed de justicia, y cuando seas lleno con el bendito fruto del Espíritu, encontrarás la verdadera delicia interna en Dios, e incluso podrás testificar como David el salmista: “¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás del torrente de tus delicias” (Sal. 36:7, 8). Cuando vivimos la experiencia real de disfrutar de la presencia de Dios en nuestras vidas, y deleitarnos en él, y no en las cosas de este mundo, amando las cosas que él ama y deleitándonos en las cosas en las que él se deleita, siendo llenos del Espíritu continuamente, anhelando la santidad más profunda, disfrutando de las riquezas de su gracia, entonces nosotros comprenderemos la vida cristiana que él diseñó para nosotros su pueblo, porque su propósito es que encontremos el deleite y el placer supremo solamente en él. Ya no hay que deleitarnos en satisfacer los deseos de los ojos, los deseos de la carne, o la vanagloria de la vida, en las cosas de este mundo, sino que nos deleitarnos en conocerle, amarle, obedecerle, servirle y servir a los demás. Por eso, la Biblia dice: “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” (Jer. 9:23, 24).

g. Tristemente, la mayoría de los cristianos no experimentan la bendición de caminar con Dios llenos del gozo de su presencia, porque ellos llevan una vida con muchos altibajos y no permanecen en Cristo, dependiendo de las emociones y de la programación mental que tienen para sentirse satisfechos, esperando cumplir sus expectativas. Así pues, cuando contristamos al Espíritu Santo, el gozo divino no puede manifestarse de forma plena en nosotros; con respecto a esto, Pablo decía: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Ef. 4:30).

h. Si verdaderamente permanecemos bajo la sombra del Omnipotente, viviendo en su presencia todos los días, estaremos contentos continuamente, completamente satisfechos en él. Nosotros no necesitaremos las cosas sensuales ni carnales para sentir gozo, “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Rom. 14:17). Aquí se reitera el papel que desempeña el Espíritu Santo para que nuestro gozo sea completo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario