La Biblia fue escrita originalmente en tres idiomas: hebreo, arameo, y
griego. Estos idiomas aún se hablan hoy en día en algunas partes del mundo. El
hebreo es el idioma oficial del Estado de Israel. Algunos cristianos en las
vecindades de Siria hablan el arameo. El griego, aunque muy diferente al del N.T.,
es hablado por millones de personas hoy en día.
1. El hebreo.
Casi todos los treinta y nueve (39) libros del A.T. fueron escritos en
hebreo. Las letras tipo bloque eran escritas en mayúsculas, sin vocales, sin
espacios entre las palabras, oraciones o párrafos, y sin puntuación. Se
agregaron más tarde puntos vocales (entre 500 d.C, y 600 d. C.) por los
literatos masoréticos.
2. El arameo.
Como idioma emparentado con el hebreo, el arameo se convirtió en el
idioma común de Palestina después del cautiverio babilónico (alrededor de 500 a.C.).
Algunas partes del A.T. fueron escritas en este idioma: una palabra como nombre
de lugar en Gn. 31:47; un versículo en Jer. 10:11; alrededor de seis capítulos
del libro de Daniel (2:4b - 7:28); y varios capítulos en Esdras (4:8-18;
7:12-26).
El arameo, continuó siendo la lengua regional de Palestina por varios
siglos, así que tenemos algunas palabras arameas preservadas para nosotros en
el N.T.: Talitha cumi ("niña, a ti te digo, levántate") en Mr. 5:41;
Efata ("Sé abierto") en Mr. 7:34; Eli, elí, lama Sabachtani
("Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado”) en Mt. 27:46.
Jesús habitualmente se dirigió a Dios como Abba (arameo para padre).
Note la influencia de esto en Rom. 8:15 y Gál. 4:6. Otra frase común aramea de
los primitivos cristianos era: Maranatha, que significa "El Señor
viene" (1 Cor. 16:22).
3. El griego.
A pesar de que el lenguaje hablado por Jesús era el arameo, el N.T. fue
escrito en griego (griego Koine). Se puede ver la mano de Dios en esto, porque
el griego era el idioma internacional del primer siglo, y esto hizo posible el
esparcimiento del Evangelio a través de todo el mundo entonces conocido.
Materiales usados en la
Escritura Bíblica
1. La Piedra.
Muchas inscripciones famosas en Egipto y Babilonia han sido halladas
sobre piedra. Dios le dio a Moisés los Diez Mandamientos escritos sobre tablas
de piedra (Éx. 31:18, 34:1,28). Otros dos ejemplos son la Piedra Moabita (850 a.C.),
y la Inscripción de Siloám, hallada en el túnel de Ezequías, al lado del
estanque de Siloám (700 a.C.).
2. Arcilla.
El material predominante de escritura en Asiria y Babilonia era la
arcilla, la cual se formaba en pequeñas tablillas y eran impresas con símbolos
en forma de cuña (llamada escritura cuneiforme), y luego horneadas o secadas al
sol. Miles de éstas han sido descubiertas por la pala de los arqueólogos.
3. Madera.
Las antiguas civilizaciones utilizaron muy extensamente las tablas de
madera para escribir. Por muchos siglos éstas fueron los relieves comunes para
escritura en Grecia. Algunos creen que se refiere a este tipo de material en Is.
30:8 y en Hab. 2:2.
4. Cuero.
El Talmud judío requería específicamente que las Escrituras fueran
copiadas sobre pieles de animales. Es muy seguro, entonces, que el A.T. fue
escrito sobre cuero. Se hacían rollos cosiendo los cueros juntos, variaban
entre unos pocos metros a 30 o más metros de longitud. El texto se escribía
perpendicularmente al rollo en columnas. Los rollos, entre 26-70 centímetros de
altura, eran enrollados en uno o dos palos.
5. Papiro.
Es casi seguro que el N.T. fue escrito sobre papiro, siendo que era el
material de escritura más importante de la época. El papiro se hace cortando en
tiras delgadas secciones de caña de papiro, remojándolas en varios baños de
agua, y luego superponiéndolas para formar hojas. Una capa de estas tiras se
colocaba cruzando la anterior, luego se las ponía en una prensa para que
pudieran adherirse una a la otra. Las hojas se hacían 15-38 centímetros de
altura y 9-23 centímetros de ancho. Pegando las hojas juntas, se hacían rollos
de cualquier longitud. Estos generalmente promediaban 10 metros de longitud,
aunque se ha hallado uno de 47 metros de longitud.
6. Vitela o pergamino.
La vitela entró en prominencia por los esfuerzos del Rey Eumenes II de
Pérgamo (197-158 a.C.). El procuró crear su biblioteca, pero el rey de Egipto
le cortó su abastecimiento de papiro, así que le era necesario obtener una
nueva clase de materiales de escritura. Hizo esto perfeccionando un proceso
nuevo para el tratamiento de pieles. Aunque ahora los términos son utilizados
de manera intercambiada, originalmente la vitela era hecha de pieles de ternero
y antílope, mientras que el pergamino era de la piel de ovejas y cabras. De
éstos se logra un cuero de fina calidad, preparado especial y cuidadosamente
para escribir de ambos lados. Esto se utilizó varios siglos antes de Cristo, y alrededor
del s. IV d.C. suplantó al papiro. Casi todos los manuscritos conocidos son
sobre vitela.
Instrumentos de escritura
La tinta negra para escribir se hacía diluyendo hollín y goma en agua.
Los esenios, quienes escribieron los Rollos del Mar Muerto, usaron huesos
quemados de cordero y aceite. Es notable lo bien que se ha preservado hasta hoy
la escritura. Los instrumentos de escritura eran el cincel para usar sobre
piedra, y una plumilla hecha de metal o de madera dura para usar sobre las tablas
de arcilla. Para usar sobre el papiro o la vitela, se crearon plumas. Estas se
hacían de tallos huecos de pasto o caña tosca. La caña seca era cortada
diagonalmente con un cuchillo y afinada en la punta, que seguidamente era
partida. Para mantenerlas en buen estado, los escribas llevaban cuchillos. De
ahí, la derivación de nuestra palabra "cortaplumas."
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