Baruc
Según
algunos estudiosos, el libro de Baruc existió primeramente como tres partes
separadas e independientes que más tarde fueron reunidas y resultaron en el
libro actual.
La
pieza más antigua (compuesta por dos partes, Bar. 3:9-5:9) pertenece al siglo
III a.C. Ya en tiempos de los Macabeos, un último redactor añadió el prólogo y
la parte final, atribuyendo todo el libro a Baruc, secretario y escribiente de
Jeremías. Sin embargo, Jeremías vivió en el 582 a.C. y en este sentido, esta
obra literaria no tiene credibilidad a nivel histórico.
En
cuanto a la estructura del libro, hay quienes lo dividen en dos partes. La
primera (1:1-3:8) formalmente es una carta en prosa con una introducción
histórica. Baruc, habiendo escrito un libro, lo lee delante del rey Joaquín y a
los exilados en Babilonia. El pueblo gime, ayuna, y ora. Además, hacen una
colecta de dinero para mandarla a Jerusalén para el servicio del Templo, con el
mandamiento de orar por el rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por su hijo
Belsasar, para que el pueblo pueda vivir en paz bajo el mandato de esos
príncipes. Le sigue una carta, presumiblemente escrita por Baruc, aunque no
mencionada expresamente como tal. La carta es la confesión del pecado nacional,
el reconocimiento de la justicia del castigo a la nación y una oración
implorando misericordia.
Nota:
Parece probable que la primera parte del libro fuera escrita en hebreo por el
carácter hebraico de la dicción.
La
segunda parte del libro (3:9-5:9) difiere formalmente en el tono de la primera;
consiste en dos poemas: el primero es una exhortación a Israel a que aprenda
sabiduría, la cual es descrita como la fuente de toda felicidad y el libro de
los mandatos de Dios. El segundo poema es un cuadro del sufrimiento de Israel y
una exhortación a Israel a que se anime y espere la salvación de Dios,
representándose aquí a Jerusalén como una viuda desolada lamentándose por el
desastre de sus hijos.
En
síntesis, muy pocos eruditos afirman actualmente que el libro fuera compuesto
por el secretario de Jeremías; además, el libro de Baruc nunca ha sido aceptado
como canónico entre los judíos.
La carta de Jeremías
La
Septuaginta muestra separado el capítulo 6 de Baruc, que se llama “Carta de
Jeremías” pero en otras biblias, se encuentra como libro separado. La Vulgata,
en cambio, la junta con el libro de Baruc y la numera como un capítulo más.
Este
capítulo presenta una fuerte advertencia en contra de la idolatría, la cual es
dirigida probablemente a los judíos de Alejandría (Egipto); al parecer está
basada en Jer. 11:10 y reitera el mensaje divino de los profetas bíblicos
Jeremías e Isaías acerca de la necedad de la idolatría a imágenes y dioses
falsos que no pueden hacer nada por sus seguidores.
A pesar
de su mensaje, este texto tampoco es reconocido como un libro canónico.
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