Visitas por países (actualizando)

Flag Counter

Bienvenida

Agradecemos su visita

Este blog ha sido creado para brindar un espacio donde queremos compartir el mensaje de la Palabra de Dios mediante diversas herramientas: texto, audio, video, entre otras.

La Iglesia Cristiana Sión tiene como misión el predicar el evangelio a toda criatura y en todas las naciones. Además, la tarea es hacer discípulos auténticos que sigan a Cristo y reflejen su carácter.

Le invitamos a participar con sus comentarios y opiniones

Mayor informes:

Barrio Robledo Parque - Medellín, Colombia

Alejandro Ocampo -2646825 - 3122958775

Barrio El Playón - Medellín, Colombia

Juan Carlos Sánchez -4619040 - 3136619531

jueves, 30 de abril de 2015

La santidad Parte III


c. ¿Por qué Dios demanda santidad de sus hijos?

Ya se ha definido bien qué significa la santidad y que es Dios quien nos llama a vivir en santidad, y no un hombre, una iglesia o una organización religiosa. Ahora surge la pregunta lógica: ¿por qué razones Dios demanda santidad de aquellos que han nacido de nuevo por la fe en Cristo y por la obra del Espíritu Santo?

Por causa de su infinita santidad, Dios mismo (Padre, Hijo y Espíritu), es eternamente santo. Él está separado de todo pecado (1 Ped. 1:15, 16). Así pues, vemos que Dios mismo santificó al Hijo (Jn. 10:36), y el Hijo también se santificó a sí mismo para darnos un ejemplo supremo de pureza, fidelidad y obediencia absoluta al Padre y para que también nosotros seamos santificados en la verdad que es la palabra de Dios (Jn. 17:19); por otra parte, Dios santificó a los sacerdotes y al pueblo de Israel en el A.T. como testimonio de su voluntad (Éx. 19:6; 29:44; 31:13). Estos versículos y muchos más, muestran continuamente que la voluntad de Dios es nuestra santificación (1 Ts. 4:3-8). Lamentablemente, el que desprecia la santidad, desprecia a Dios y no al hombre.

d. ¿Cómo alcanzar la santidad que Dios demanda?

Después de todo lo que hemos considerado, ahora surge la pregunta práctica: ¿cómo puedo lograr ser santo delante de Dios?

Ya se han mencionado varios medios que Dios ha provisto para la santificación del creyente; sin embargo, veamos los siguientes puntos para confirmar lo que hemos estudiado y para ampliar mucho más este aspecto:

a) Dios mismo es la fuente de toda pureza y santidad; por ende, Dios mismo santifica por completo al verdadero cristiano que quiere obedecer su llamado a la santidad (1 Ts. 5:23):

- El Padre santifica (Jn. 17:17).
- El Hijo santifica (Ef. 5:26, 27; Heb. 2:11; 9:12-14; 10:11-14).
- El Espíritu de Dios santifica (Rom. 15:16; 2 Ts. 2:13; 1 Ped. 1:2).

b) Nuestra santificación se efectúa:
- Por la fe en Cristo (Hch. 26:18).
- Por la sangre de Cristo (Heb. 13:12; 1 Jn. 1:5-7).
- Por medio de una comunión genuina con Cristo (1 Cor. 1:2, 30).
- Por el conocimiento y la obediencia a la Palabra de Dios (Jn. 17:17; Ef. 5:26).
- Por nuestra propia elección (Heb. 12:14; 2 Tim. 2:21, 22; 1 Jn. 3:1-10). La auto santificación se puede realizar solamente por los medios divinamente provistos; por ende, los cristianos somos llamados a presentar nuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios (Rom. 12:1). Además, Dios nos da la orden de salir de en medio de los hombres y apartarnos de ellos, en cuanto al pecado se refiere (2 Cor. 6:17). Teniendo estas promesas, debemos limpiarnos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2 Cor. 7:1). Por tanto, Pablo mismo dice: “Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gál. 5:16).

En resumen, Dios santifica al creyente que ha creído en Cristo mediante su sangre y a través del conocimiento de las demandas que la palabra de Dios tiene para que honre el nombre y el carácter de Cristo, reflejándolo ante los ojos de Dios y ante los ojos de los hombres, y esta obra solo puede ser realizada por el Espíritu Santo cuando el corazón se abre a comprender el nivel de santidad que Dios exige y cuando es guiado a obedecer los principios que la Biblia establece para presentar un Cristianismo genuino, no solo con palabras, sino con demostraciones reales y prácticas. El mundo está cansado de un Cristianismo barato y debilitado, carente de frutos auténticos y sin evidencias de una transformación en la vida de aquellos que dicen seguir a Cristo. Así pues, la santidad divina es una de las señales de que realmente hay un pueblo en la tierra que sigue las pisadas del Maestro; sigamos el camino de la santidad y reflejemos todas las virtudes de Cristo a un mundo corrupto y rebelde a Dios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario