f. ¿Qué debemos expresar en la oración?
- En la oración
es prioritario expresar nuestra gratitud a Dios (1 Ts. 5:17, 18), con adoración
de corazón (Sal. 95:6) y reconociendo sus atributos y cualidades. Así pues, es
recomendable leer el libro de los Salmos para que seamos ilustrados e iluminados;
muchas veces no encontramos qué palabras expresar pero el Espíritu Santo ha
inspirado la Biblia para que aprendamos a orar como conviene y como agrada al
Señor. Es más, el mismo Jesús nos enseñó el Padre Nuestro pero no para
repetirlo como un rezo sino para aprender a hablar con Dios de forma correcta y
sincera (Mt. 6:9-13).
- Por otro lado,
Jesús dijo: “Y yo os digo: Pedid, y se os
dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Lc. 11:9,
10). La oración debe contener peticiones, expresiones de búsqueda espiritual y
palabras de ruego, como quien suplica, toca una puerta y espera recibir de
parte de Dios su favor y su misericordia para el beneficio de su vida o para el
beneficio de otros.
- Jesús también
dijo: “Velad, pues, en todo tiempo orando
que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lc. 21:36). La oración también
debe expresar temor reverente hacia a Dios, considerando su poder, su soberanía
y su sentido de justicia sobre el pecado, pidiendo a Dios su misericordia ante
las profecías y las señales que la Biblia ha anunciado como parte del juicio de
Dios sobre la humanidad.
g. ¿Cómo debe hacerse la oración?
- Jesús dijo: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como
los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis,
pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis
necesidad, antes que vosotros le pidáis” (Mt. 6:7, 8). Como se ha mencionado
antes, la oración debe ser espontánea, fresca y auténtica… es decir, que salga
del corazón y que no esté programada para repetirse de forma religiosa como un
rezo.
- También
debemos orar con el entendimiento, de forma que comprendamos las palabras y si
hay oyentes, es muy importante que sea un lenguaje claro y práctico, a fin de
que ellos sean edificados y estimulados a tener una relación personal con Dios.
Así pues, la oración debe expresar necesidades específicas y su enfoque
principal debe ser Dios y todos sus atributos (con base en la Biblia).
- Existe una
herramienta muy útil para la oración y es poner música espiritual de fondo; sin
embargo, no debe convertirse en un factor de distracción. En este sentido,
debemos considerar la calidad de nuestra oración y analizar en qué momento la
podemos usar y en qué momento debemos estar en silencio (sin música). Lo
fundamental es que tengamos un ambiente propicio para reflexionar, evaluar
nuestra vida, escuchar la voz de Dios, planificar en la presencia de Dios,
tomar decisiones, etc.
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