¿Qué dice la
Biblia sobre el maquillaje?
Ahora que la
historia de los cosméticos ha sido expuesta de forma general, veamos más
profundamente dentro del tema, examinando qué dice la Biblia al respecto.
Alguien podría preguntarse: ¿realmente la Biblia menciona este asunto? ¿qué
opinión tiene Dios acerca del maquillaje? ¿es agradable o no delante de sus
ojos?
Las palabras
“maquillaje, cosméticos, lápiz labial, rubor, base, pestañina, etc.” nunca las
vas a encontrar en la Biblia; asimismo, no vas a encontrar en la Biblia las
palabras lotería, chance, aguardiente, cigarrillo, marihuana, droga,
pornografía, etc. El hecho de que una palabra no se encuentre en la Biblia, no
quiere decir que Dios no tenga algún principio espiritual que nos permita
evaluar la utilidad, la conveniencia o el valor de algo para nuestra vida
cristiana; todo lo contrario, los principios bíblicos son el mapa para
comprender la perfecta voluntad de Dios para su pueblo y si no prestamos
atención a ellos, nos desviaremos del carácter de Dios y de sus virtudes.
Solo miremos el
término maquillaje, el cual proviene del verbo maquillar. Si vamos al
diccionario o a un buscador en internet, existen varias definiciones pero hay
una que me llama la atención y es “alterar engañosamente la apariencia de un
asunto u otra cosa”. El verbo maquillar hace referencia a buscar una apariencia
artificial que no se tiene y a una intención de mostrar algo que no se posee a
fin de obtener un resultado. En cuanto a la belleza artificial y a buscar una
apariencia falsa, podemos ratificar que mucha gente se ha enseñado a
maquillarse y se ha vuelto algo normal, pero la Biblia tiene varias referencias
significativas al respecto.
A pesar de que
la Sagrada Escritura no use el término maquillar o ciertas palabras modernas,
sí encontramos alusiones al maquillaje; por ejemplo, hay varias citas muy
interesantes que deberíamos conocer y comprender para captar la perspectiva de
Dios acerca de este punto.
Una primera cita
que se va a analizar se encuentra en el libro de Jeremías, en donde se ilustra
la condición espiritual y moral de Israel en su tiempo; Dios guía al profeta a
utilizar un lenguaje figurativo para evidenciar el pecado de su pueblo: “Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te
vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con
antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes,
buscarán tu vida” (Jer. 4:30).
El simbolismo es
el siguiente:
- Israel se ha
desviado de Dios (su esposo espiritual) para adorar a dioses falsos y hacer
alianzas con naciones idólatras (amantes).
- Para seducir a
sus amantes, Israel se viste de grana (escarlata o rojo); este color escarlata
se usa mucho en relación con la apostasía religiosa que es mirada por Dios como
una prostitución de la fe; el cuadro perfecto lo encontramos en la descripción
de la gran ramera de Apocalipsis que es el sistema religioso pagano que unifica
toda institución, ideología y doctrina que está en contra de los principios
bíblicos (Ap. 19:1-5). Recuerde a la antigua Semiramis, quien inició la
Religión de los Misterios Babilónicos. Ella fue la primera ramera mencionada en
la Biblia (vista en relación con la historia de Nimrod en Gn. 10) y un tipo de
la religión que ella fundó, la cual ha sobrevivido por miles de años.
- Además, Israel
se adorna con atavíos de oro, se pinta con antimonio los ojos y se engalana;
sin embargo, sus amantes le menospreciarán y buscarán su vida (intentarán destruirla).
La relación de
la inmoralidad sexual con la idolatría está muy clara pero no olvidemos el uso
de implementos para los ojos que es una referencia a la seducción que usa una
ramera en el contexto histórico y cultural de la época (y que sigue vigente), a
fin de atraer la mirada de los hombres para cometer actos de inmoralidad.
Dios no está
aprobando el uso de accesorios de vanidad para la mujer y la ilustración define
una actitud de rechazo hacia la seducción inmoral, la cual emplea antimonio para
cambiar el contorno de los ojos y atraer la mirada.
El antimonio es
un elemento de la naturaleza y puede encontrarse en diversos colores: blanco
azulado, negro y amarillo. Principalmente se emplea en aleaciones metálicas y en
algunos de sus compuestos para dar resistencia contra el fuego, en pinturas,
cerámicas, esmaltes, vulcanización del caucho y fuegos artificiales.
En el tema de la
seducción, los ojos suelen ser una de las partes del cuerpo que mayor
influencia tienen en el momento de buscar que otra persona sea atraída; por
eso, un verdadero cristiano (hombre o mujer) jamás tendrá la inclinación de
seducir con la mirada a quien no es su esposo (a) porque hay temor de Dios en
su corazón y respeto a su Palabra. Por otro lado, las personas que no tienen
temor de Dios usan sus ojos para la seducción de forma constante… mire lo que
dice la Biblia: “Guarda, hijo mío, el
mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre; átalos siempre en
tu corazón, enlázalos a tu cuello. Te guiarán cuando andes; cuando duermas te
guardarán; hablarán contigo cuando despiertes. Porque el mandamiento es
lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te
instruyen, para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de
la mujer extraña. No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con
sus ojos; porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado
de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón” (Pr. 5:20-26).
Muchos podrían
decir que una mujer cristiana tiene derecho a seducir a su esposo y por tanto,
podría utilizar maquillaje para verse más seductora, pero este argumento es
completamente pobre y falso porque Dios nunca ha estado de acuerdo con la
belleza artificial y la vanidad… antes bien, él es claro y radical contra estos
antivalores; precisamente, lo más hermoso del amor de pareja en el matrimonio
es que no necesita de artificios para la seducción pues hay formas sanas y
efectivas (porque armonizan con la Palabra de Dios) para seducir (atraer, conquistar)
a quien amamos y nos ama (solo en el matrimonio); por ejemplo:
- El alimentar
una relación afectiva con respeto, consideración y valoración todos los días.
- El uso de
palabras amables y románticas.
- El regalar
detalles u objetos que son de valor para la persona amada.
- Las caricias
tiernas y el amor sincero.
- El desarrollo
de una vida sexual en pareja que sea sana y satisfactoria para el hombre y la
mujer.
Le invito a que
lea Proverbios capítulo 5 y allí encontrará una guía práctica de cómo vencer la
inmoralidad sexual y honrar el matrimonio cada día, sin necesidad de emplear la
vanidad como elemento de seducción. Es más, el libro de Cantares es una poesía
hermosa, creativa e inspirada por Dios y abunda en expresiones sanas del amor
de pareja; al leerlo usted encontrará cómo el amor se puede enriquecer y
fortalecer.
Volviendo a la
ilustración que Dios hace de Israel en el libro de Jeremías (como una mujer
vanidosa y ramera), tenemos que deducir que históricamente esta nación buscó
mejorar artificialmente en su apariencia exterior (en vez de confiar en la
gracia de Dios); además, en la historia bíblica su inclinación ha sido la
búsqueda de aprobación de las naciones alrededor, porque quiere imitarlas en
sus prácticas y costumbres, las cuales son rechazadas por Dios. Solamente al
leer los libros de los profetas del A.T. usted se dará cuenta de esto.
De la misma
forma, la mayoría de las mujeres cristianas se inclinan a la vanidad y buscan
mejorar artificialmente en su apariencia exterior (en vez de confiar en la
gracia de Dios); asimismo, ellas siempre están buscando la aprobación de los
demás, imitando las prácticas y las costumbres de quienes no temen a Dios.
Lamentablemente, en vez de ser un ejemplo para el mundo, ellas quieren imitar
al mundo.
Si miramos las
cosas bajo el lente de Dios (por los principios de Dios en la Biblia), si las
mujeres que profesan piedad no usaran maquillaje, esto les haría resaltar como
luz en las tinieblas y como un ejemplo de sencillez, modestia, autenticidad,
pureza y santidad. Obviamente, su conducta debe ser intachable en todas las
áreas para que sean de bendición y de buen testimonio, porque la santidad debe
ser integral (por dentro y por fuera).
Ore a Dios y
pida dirección al respecto. El Espíritu Santo jamás le dejará sin entendimiento
si su corazón es recto y completamente honesto delante de él. Que la paz de
Dios gobierne en sus pensamientos y en su corazón.
Otra cita
bíblica que debemos revisar es Ez. 23:40 “Además,
enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los cuales había sido enviado
mensajero, y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus
ojos, y te ataviaste con adornos”.
En el libro de
Ezequiel encontramos múltiples referencias al pecado de Israel y al juicio que
vendrá sobre la nación a causa de su alejamiento de Dios. En este sentido,
Ezequiel tiene el mismo perfil del mensaje de Jeremías. Por este motivo, hay
muchas ilustraciones similares; entre ellas, sigue presente la descripción
gráfica de Israel como una mujer vanidosa y adúltera que se prepara para el
encuentro de sus amantes mediante el uso de maquillaje, aunque aquí se habla de
dos mujeres que son hermanas. Tengamos en mente que Samaria era la capital de
la antigua Casa de Israel (con diez tribus) y Jerusalén era la capital de la
Casa de Judá (con dos tribus); aquí están representadas las dos hermanas.
En este pasaje
se manifiesta el mismo deseo de seducción y uno de los medios utilizados para
esto fue el maquillaje, el cual refleja la vanidad que desagrada a Dios.
Una tercera
escritura (que habla del maquillaje y de otros accesorios relacionados con la
vanidad) la encontramos en Is. 3:16-26 “Asimismo
dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello
erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son
con los pies; por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y
Jehová descubrirá sus vergüenzas. Aquel día quitará el Señor el atavío del
calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los
brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo,
los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices,
las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el
lino fino, las gasas y los tocados. Y en lugar de los perfumes aromáticos
vendrá hediondez; y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de la
compostura del cabello; en lugar de ropa de gala ceñimiento de cilicio, y
quemadura en vez de hermosura. Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la
guerra. Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, se
sentará en tierra.”
Una vez más,
como en Jeremías y Ezequiel, el tema de esta profecía son las condiciones,
actitudes y pecados nacionales en Israel, pero en el capítulo 3 de Isaías
describe un tiempo cuando las mujeres estaban dedicadas a la seducción, la
coquetería y la vanidad.
En el v. 16 se
habla de “ojos desvergonzados” y esta
frase es entendida de la siguiente forma por múltiples fuentes serias de
hermenéutica bíblica:
- La
Concordancia de Strong define “ojos
desvergonzados” como “parpadear coquetamente”. Esto significa “usar los
ojos para propósitos seductores”.
- El American
Heritage Dictionary (Diccionario Americano del Patrimonio) amplía el
significado de “desvergonzados”: “inmoral o incasto; libidinoso”. La pregunta
que podría surgir es: ¿qué hace a los ojos “inmorales o libidinosos”? Sigamos
analizando las definiciones y comprenderemos mejor.
- El Lange’s
Commentary (Comentario de Lange) explica: “El orgullo lujurioso de las mujeres
también será humillado (v. 16, 17). El profeta aquí retoma el hilo que había
sido perdido o cortado al final del v. 12, y recurre a la indebida
predominancia de la influencia femenina, pero particularmente al exceso
prevaleciente de lujuria femenina, no solo como pecaminosa en sí misma, sino
como una causa principal de la violencia y el desorden social mencionado
previamente, y consecuentemente a ser castigado con enfermedad, viudez y
exposición vergonzosa”.
- El Comentario
de Jamison, Fausset y Brown, añade un elemento crítico adicional a la frase
“ojos desvergonzados”, que es de importancia central para lo que se está
describiendo: “ojos desvergonzados — Hebreo (mesha-ququeroth, que viene de
shaquar, engañar), ‘engañando con sus ojos’… del caldeo, “resaltar los ojos
falsamente con pintura”. Los párpados de las mujeres en el Este (oriente) a
menudo están coloreados con antimonio o polvo de plomo.
Muchos podrían
argumentar a favor del uso del maquillaje e ignorar las Escrituras mencionadas
pero el pensamiento de Jeremías, Ezequiel e Isaías es el mismo: la vanidad es
desagradable ante los ojos de Dios porque procura una apariencia engañosa para
llamar la atención y seducir al sexo opuesto.
Otro apunte clave
lo encontramos en el Comentario de Clarke a Is. 2:6 “Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están
llenos de costumbres traídas del oriente…”. Si hacemos un estudio serio
sobre los cosméticos, muchos de estos implementos fueron producidos y vendidos
en tiempos antiguos… especialmente en Oriente.
Clarke comenta
acerca de Is. 3:16: “Sus pestañas, las cuales son largas, y de acuerdo a la
costumbre del Oriente, vestidas con antimonio, (como a menudo leemos en las
Santas Escrituras de las mujeres hebreas de antaño, Jer. 4:30; Ez. 23:40)…
‘pero ninguna de aquellas damas’, dice el Dr. Shaw en Travels (Viajes) p. 294,
‘se considera estar completamente vestida, hasta que se ha teñido el cabello y
los bordes de sus párpados con antimonio, el polvo del plomo…’ Ezequiel 23:40
usa la misma palabra en la forma de un verbo, cachalt eynayik, ‘has vestido tus
ojos con antimonio’, lo cual la Septuaginta traduce como ‘has vestido tus ojos
con alheña’… compare 2 Rey. 9:30 y Jer. 4:30”.
Clarke identifica
una de las más antiguas fuentes conocidas del maquillaje (Oriente), la cual era
la fuente de Israel para estos productos.
Una vez que los
versículos en Isaías son examinados y entendidos apropiadamente, es claro por
qué Dios es “provocado” a ira. Los cosméticos están siendo aplicados para la
vanidad y la seducción, y esto es contrario al carácter santo de Dios.
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