El
estudio del maquillaje en la Biblia estaría incompleto sin examinar a una de
las mujeres más malvadas del A.T.: Jezabel. Esta infame mujer era idólatra,
inmoral, seductora y hechicera.
La primera
referencia a Jezabel se encuentra en 1 Rey. 16:29-31. Estos versículos
presentan el contexto histórico en el que vivió: “Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y ocho
de Asa rey de Judá. Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós
años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos
los que reinaron antes de él. Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de
Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los
sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró”
Desobedecer a
Dios no es “cosa ligera”. Es serio — ¡y también lo son las consecuencias! La
decisión de Acab de casarse con Jezabel desató la maldad que había en ella
porque destruía y mataba a los profetas de Dios que podían predicar la verdad y
desenmascarar todos los pecados que se estaban practicando (1 Rey. 18:4, 13).
Además, estuvo a punto de matar a Elías el profeta (1 Rey. 19:1, 2) pero Dios
le guardó.
Posteriormente,
un joven profeta anunció por revelación de Dios que Jezabel moriría y que sería
comida por los perros; esto fue lo que dijo: “Y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, y no habrá
quien la sepulte” (2 Rey. 9:10). Por otro lado, Dios había anunciado la
destrucción de la casa y de la descendencia de Acab (1 Rey. 21:21, 22) y ya él
había muerto, por lo cual Jezabel estaba temerosa de las consecuencias que
vendrían sobre ella por todo el mal que había hecho. Estas profecías de juicio
sobre la casa de Acab y sobre Jezabel fueron confirmadas y anunciadas a Jehú
para que él ejecutara justicia como nuevo rey de Israel (2 Rey. 9:5-10).
Obviamente, Jezabel se enteró de la situación y trató de salvarse, usando sus
armas más discretas: la falsedad y la vanidad.
2 Rey. 9:30 “Vino después Jehú a Jezreel; y cuando
Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó
a una ventana”
Jezabel se puso
maquillaje para tratar de seducir a Jehú y escapar de una muerte inminente.
Leamos un comentario
al respecto: “Jezabel intentó mejorar su apariencia con pintura y muestra
suficientemente con qué plan lo hizo, para conquistar y desarmar a Jehú, e
inducirlo a que la tomase por esposa. Esto de cambiar la apariencia de los ojos
con antimonio y pintarse era una costumbre universal, no solo en los países
asiáticos, sino también en todos aquellos que lindaban con ellos o tenían
conexiones con ellos”.
El Comentario
del Antiguo Testamento de Keil & Delitzsch dice: “Cuando Jehú vino a
Jezreel y Jezabel lo supo, ella puso sus ojos entre brillo de plomo (se los
pintó con éste), y embelleció su cabeza y se colocó en la ventana… Esto se
preparaba con mineral de antimonio, el cual cuando se machaca produce un polvo
negro con brillo metálico, el cual era puesto sobre cejas y pestañas… el
objetivo era elevar el esplendor del ojo oscuro sureño y darle… un fuego de
resplandor más profundo, e impartir una apariencia juvenil a la totalidad de
las pestañas, aún a una edad extremadamente avanzada”.
Miremos el
contexto con más detalle: Joram fue a reunirse con Jehú, quien había sido
designado por Dios para remplazarlo como rey de Israel: “Cuando vio Joram a Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué
paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?”
(2 Reyes 9:22). Después de esta discusión, Joram intentó huir, pero Jehú lo
atrapó y lo mató.
Jehú, entonces,
fue inmediatamente a Jezreel para ejecutar a Jezabel, pero su maquillaje falló
para seducirlo y sus abominaciones llegaron a su fin cuando unos eunucos la
arrojaron desde una ventana y murió. Los perros, en efecto, comieron su carne
como Dios lo había declarado (2 Reyes 9:31-37).
Jezabel también
es mencionada en el N.T. como parte de una advertencia específica a la Iglesia
de Cristo: “Pero tengo unas pocas cosas
contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y
seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y
le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su
fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con
ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré
de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y
el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras” (Ap. 2:20-23).
Jezabel ya
estaba muerta pero Cristo usa esta ilustración para evidenciar que las
actitudes de Jezabel persisten en el mundo y muchas veces (cuando hay líderes y
creyentes liberales que lo permiten) en iglesias cristianas. Cristo recrimina
que a Jezabel se le tolera porque se le permite profetizar, enseñar y seducir a
los siervos de Dios para que forniquen y para que coman cosas sacrificadas a
los ídolos.
Aquí se resalta
la inmoralidad sexual y la idolatría que Jezabel busca introducir en la iglesia
de Cristo y lo hace mediante el uso de la palabra y la seducción. Por tanto, no
debemos ignorar la historia bíblica, el perfil que la Escritura define y las
características completas de Jezabel, porque todas sus armas fueron usadas para
el mal (incluyendo la vanidad y el maquillaje).
Conclusiones
Hemos visto que
el maquillaje es mencionado directamente en la Biblia y que hay importantes
principios espirituales que también deben ser considerados para evaluar la
utilidad y la conveniencia del maquillaje para hombres y mujeres que profesan
piedad y consagración a Dios.
La Biblia declara
que el A.T. en realidad fue registrado para nosotros hoy. Pablo escribió:
“Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para
nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis
idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a
comer y a beber, y se levantó a jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos
fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos al Señor, como
también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis,
como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. Y estas cosas
les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a
quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Cor.
10:6-11).
No pase por alto
o minimice el mensaje de Dios en estos versículos. En general, está dirigido a
los cristianos que vivimos en la gracia y que anhelamos de verdad honrar al
Señor en cada área de nuestra vida.
Pablo explica
que la Biblia está llena de ejemplos de cómo los cristianos deben vivir para
Dios y sobre todo debemos recordar que nuestro ejemplo supremo es Cristo quien
vivió y todavía honra todos los valores y principios de santidad, pureza,
integridad, piedad, pudor, recato, cordura, castidad, modestia, humildad,
sencillez, amor, sabiduría y buen testimonio para que seamos luz en medio de
las tinieblas.
Piense
cuidadosamente. Considere a aquellas mujeres (reales o por analogía) que la
Biblia dice que usaban maquillaje: la falsa profetiza Jezabel, las dos hermanas
rameras (Ahola y Aholiba) y la adúltera Israel… ¡son los únicos casos bíblicos
de mujeres (reales o por analogía) que usaron maquillaje!
Ahora piense
acerca de las mujeres más reconocidas y justas de la Biblia. ¿Podría usted
nombrar a una sola (del Antiguo o del Nuevo Testamento) que haya usado
maquillaje y que Dios apruebe esta costumbre de forma clara? No hay mención de
que Sara, Rebeca, Débora, Noemí, Ruth, Abigaíl, Ester, María (la madre de
Cristo), o cualquier otra mujer virtuosa, se haya aplicado maquillaje alguna
vez.
Dichas
estadísticas son claras y sirven como advertencia para cualquiera a quien le
importe la Palabra de Dios y desee seguir los ejemplos justos de la Biblia.
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