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¿Es importante que en la iglesia se hable sobre la santidad de Dios?
Desafortunadamente, el tema de la
santidad no está de moda en muchas iglesias y hay otros temas que se han vuelto
predilectos y que agradan a los creyentes; sin embargo, siempre ha sido y será
la prioridad de Dios que el pecado salga a la luz, que la conciencia sea
despertada, que la maldad sea desenmascarada, que lo malo y quien lo practica
sean juzgados por la palabra de Dios y que sus mandamientos sean honrados por
encima de todo (Sal. 119:1-16).
Hoy escasean predicadores guiados por
Dios, dispuestos a decir solamente la verdad de Dios y a pagar el precio de la
integridad, aunque por eso sean despreciados y muchos se alejen, buscando un
mensaje más acorde a sus gustos y a sus creencias personales. Por eso Pablo
dijo a Timoteo, quien se estaba formando para predicar la palabra: “Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su
reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá
tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír,
se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de
la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo,
soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque
yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo
demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida” (2 Tim. 4:1-8).
De igual forma, en la historia de la iglesia
cristiana han existido predicadores que dejaron un legado para enseñar a otros
a hablar la verdad de Dios sin importar las críticas, los desprecios, las
difamaciones y las persecuciones; esto fue lo que dijeron:
“Cuando un predicador toma la Biblia
seriamente, toda la iglesia empieza a tomar la palabra de Dios seriamente” —
Steven Lawson.
“La predicación dura hace a los
corazones suaves. La predicación suave hace a los corazones duros” — John MacArthur.
“Si quieres ser popular prédica de la
felicidad. Si quieres ser impopular prédica de la santidad” — Leonard
Ravenhill.
“Ama la verdad, vive la verdad, predica
la verdad, defiende la verdad. Porque el que no habla la verdad, traiciona la
verdad” — John Huss.
“No suavices el evangelio; si la verdad
ofende, deja que ofenda; la gente ha estado toda su vida ofendiendo a Dios” –
John MacArthur.
“Es más fácil y mucho menos doloroso
criticar la Biblia que permitir que la Biblia nos critique a nosotros” — R.C.
Sproul.
“No me importa lo que tú piensas. Ni
siquiera me importa lo que yo pienso. Solo me importa lo que Dios piensa” — Tim
Keller.
“Ver tu propia ignorancia y ceguera es
el primer paso hacia tener el verdadero conocimiento” — Jonathan Edwards
“Discernimiento no es saber la
diferencia entre lo bueno y lo malo. Es saber la diferencia entre lo bueno y lo
casi bueno” — Charles Spurgeon.
“Nada es más desastroso que un ministro
predicando un evangelio adulterado a un pueblo ciego, sordo y sin discernimiento”
— Charles Spurgeon.
“En muchas iglesias, el Cristianismo ha
sido diluido hasta tal punto que la solución es tan débil que, si fuese veneno
no lastimaría a nadie, y si fuese medicina no curaría a nadie” — A.W. Tozer.
“Llegará un día en que en lugar de
pastores alimentando a las ovejas habrá payasos entreteniendo a las cabras” —
Charles Spurgeon.
“Si Jesús hubiera predicado el mismo
mensaje que los Ministros predican hoy, nunca hubiera sido crucificado” —
Leonard Ravenhill.
“Solo los que no han sido cambiados por
el Evangelio son los que quieren cambiarlo” — Leonard Ravenhill.
“Los errores más grandes de la iglesia
ocurren cuando la gente honra lo que sus pastores dicen sin examinar esas
enseñanzas a la luz de las Escrituras” — John Bryan Chapell.
“Cuando empezamos a entender quién es
Cristo y lo que él ha hecho por nosotros, no vamos a necesitar otra motivación.
¡Cristo es suficiente!” — Paul Washer.
“No existe un pecado que el cristiano no
pueda vencer si descansa en Dios para hacerlo — Charles Spurgeon”.
“Las ovejas pueden caer en el lodo; pero
solo los cerdos se revuelcan en él” — Charles Spurgeon.
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