¿Se debe teñir
el cabello?
Si hacemos una
revisión de la historia, el deseo de cambiar el aspecto del cabello se ha
manifestado en diferentes lugares y culturas. Por ejemplo, los babilonios
salpicaban su pelo de polvos de oro; y entre los egipcios, griegos o romanos,
la henna (un colorante vegetal) fue el ingrediente principal en los preparados
para colorear. Por otro lado, los asirios podían aclarar o enrojecer sus
mechones de cabello con una variedad de jabones y lejías alcalinas procedentes
de Fenicia, que entonces era el centro jabonero del Mediterráneo. Muchos siglos
después, en el siglo XIX, los químicos descubrieron la Parafenilendiamina (PPD) y su uso
en la creación de tintes sintéticos. Al mismo tiempo, se supo que el peróxido
de hidrógeno (agua oxigenada) era un químico más suave y seguro para decolorar
el pelo. Estos dos descubrimientos prepararon el terreno para Eugene Schueller
(1909) quien creó el primer tinte químico comercial para el cabello, al cual
nombró Aureola. Luego, ese producto se conocería como L´Oreal. Así pues, un año
más tarde Schueller cambió el nombre de su empresa a L'Oréal.
Ahora bien, hay
muchas razones por las cuales la gente se tintura el cabello; unos lo hacen por
buscar una apariencia diferente con la que se sientan mejor, otros lo hacen
para buscar aprobación de los demás, otros para llamar la atención y otros para
cubrirse las canas, pero en todos los casos se busca un cambio de color. A
continuación, consideremos algunos principios bíblicos al respecto:
- La Biblia
dice: “Corona de honra es la vejez que se
halla en el camino de justicia” (Pr. 16:31). “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano,
y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová” (Lv. 19:32). “Ahora, pues, he aquí vuestro rey va delante de vosotros. Yo soy ya
viejo y lleno de canas; pero mis hijos están con vosotros, y yo he andado
delante de vosotros desde mi juventud hasta este día” (1 Sam. 12:2). En
estos pasajes vemos que es una honra delante de Dios y delante de los hombres
el hecho de que nuestro cabello tenga canas porque se refleja la experiencia de
la vida y es una corona de gloria cuando se vive en el camino de la justicia.
Es más, se pide a los más jóvenes que tengan respeto hacia aquellos que poseen
canas debido a su trayecto de vida. Obviamente, no todas las personas tienen
las mismas canas; a unos les salen más rápido, a otros les salen después y a
cada uno le sale cierta cantidad o le cubre todo el cabello. En este orden de
ideas, los personajes bíblicos no tenían problemas con las canas; antes bien,
se sentían honrados porque esto reflejaba los años de experiencia que Dios les
permitía alcanzar. Por tanto, un hombre y una mujer de Dios no necesitan
tinturarse el cabello para esconder las canas, para aparentar menos edad, para
sentirse mejor con su apariencia física o para llamar la atención de otros
porque la belleza física es efímera y relativa. Este es un principio bíblico:
aceptarnos como somos y como Dios nos hizo, viviendo a gusto con nuestro
cuerpo.
- Jesús dijo: “Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer
blanco o negro un solo cabello” (Mt. 5:36). Aquí Jesús está hablando en el
contexto acerca del juramento y está diciendo que no juremos por nuestra cabeza
porque no tenemos poder sobre ninguna parte de nuestro cuerpo para cambiarla.
El punto aquí es que la gente puede ofrecer hasta su cabeza como precio de la
veracidad de sus palabras, pero aún nuestra cabeza realmente no nos pertenece
porque el dueño es Dios. Así pues, nadie puede cambiar su edad ni mantenerse
fijo en una etapa de su vida porque el desgaste natural a todos nos deja su
rastro. Detrás de la frase tan sencilla (pero a la vez tan profunda) de Jesús,
hallamos la gran verdad de que Dios es el Señor de nuestra vida y que aún tiene
la capacidad para contar todos nuestros cabellos (Mt. 10:30). En conclusión, si
él es el dueño de nuestros cabellos, ¿tenemos potestad sobre al menos uno de
ellos?... ¿podemos hacer lo que queramos con nuestro cabello o debemos buscar
su dirección y su consejo a través de su palabra para conocer qué piensa él en
cualquier asunto de nuestra vida?
- Teñirse el
cabello no es algo natural ni saludable para el cuerpo y puede traer
consecuencias negativas (especialmente, cuando se hace con frecuencia para
conservar un color o para cambiar de color). Existen diferentes
tipos de tinturas: permanente, semipermanente y no permanente, pero la primera
es la más dañina. De hecho la que más se usa es la permanente y es la única que
permite aclarar el cabello o cambiar su color en más de un tono; en este caso,
ocurre una reacción química dentro del pelo. Las consecuencias vienen en dos
sentidos: el daño que puede ocasionar al pelo y el deterioro que puede causar
al cuero cabelludo. Mientras más se cambie el tono del pelo, habrá más daño y
esto ocurre debido a que la tintura, para que tenga el efecto que se requiere,
debe permanecer por mucho más tiempo sobre la cabeza. Además, si se usa un
decolorante, se provocará una doble reacción química. Finalmente es como teñir
dos veces. Con respecto a la tintura semipermanente, el componente que produce
mayor cantidad de alergias por contacto es el llamado Parafenilendiamina, el
que puede ocasionar, entre otros, enrojecimiento, picazón y caída del cuero
cabelludo. En
casos extremos podría ocurrir una eventual pérdida de cabello, donde la persona
(con una alergia no tratada y extendida en el tiempo) lograría la inflamación
del cuero cabelludo, el daño al folículo y por último, la caída de pelo.
- En todo el
mundo cada vez más mujeres y también hombres deciden cambiar el color de su
cabello pero lo que la gente desconoce es los casos de alergias a los tintes
que se presentan a diario. Los síntomas más comunes son: picazón,
enrojecimiento y sequedad del cuero cabelludo y de la frente, hinchazón de los
párpados o labios. Algunos tintes que se comercializan en América Latina
contienen anilinas y está demostrado que estas sustancias se absorben a través
del cuero cabelludo y se asocian a un riesgo, incrementado de cáncer de vejiga
con el paso de los años.
- Aparte del
tema de salud, tenemos que concluir que las tinturas para el cabello no son
recomendables para los cristianos que profesan piedad y santidad ya que los
valores de la Palabra de Dios están enmarcados en la humildad, la pureza, la
modestia, el pudor y la autenticidad, mientras que el uso de las tinturas
denota una búsqueda de belleza artificial y no natural, lo cual deja ver
vanidad e insatisfacción con el cuerpo que Dios nos dio.
- Mientras la
sociedad le da un énfasis desmedido a la belleza física, el creyente (hombre y
mujer) de buen testimonio que sigue las pisadas del Maestro para ser ejemplo en
todo, le da un mayor énfasis a la palabra de Dios y a la belleza interior. Esto
no representa el descuido de la apariencia ni el desorden pero la verdadera
belleza emana de adentro y no necesita alterar el color del cabello ni vivir de
apariencias para sentirse mejor porque la paz de Dios gobierna en un corazón
que honra los principios de la Biblia.
En relación a
estos principios divinos, quisiera dejar algunas frases que hablan de la belleza
para que reflexionemos…
“Lo bonito de la
belleza es que sea verdadera y no artificial”
“Lo más valioso
que tiene la belleza es la autenticidad”
“La belleza es
un estado de ánimo; si no te sientes bella por dentro nunca serás bella por
fuera”
“La belleza real
no es la que se observa a simple vista; para saber si una persona es bella,
ocúpate en conocerla”
“No busques en
las personas la belleza superficial; busca la belleza interior”
“La belleza de
una flor proviene de sus raíces”
“La belleza del
cuerpo es la flor que se marchita, y la belleza del alma es el aroma que
perdura”
“La belleza no
está en las cosas, sino en los ojos del que las mira”
“La verdadera
belleza la encontrarás en el interior; solo así llegarás a encontrarle el valor
a las cosas”
“La verdadera
belleza se encuentra en el fondo de tu corazón”
“Las personas
más bellas son aquellas que tienen un corazón de oro, sentimientos que tienen
el valor de un diamante y acciones que se reflejan como la plata”
“La belleza
superficial crea la hipocresía; la belleza espiritual crea valores”
“La belleza
física es la cáscara; lo dulce de una persona está en su interior”
“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la
mujer que teme a Jehová, ésa será alabada” (Pr. 31:30)
“La belleza
moral es mejor que la belleza física ya que ésta puede durar toda una vida”
“La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la
hermosura de los ancianos es su vejez” (Pr. 20:29)
“La belleza
exterior te sirve para ser popular; la belleza interior para encontrar AMOR”
“La única
persona que es capaz de encontrar la belleza en un ser humano es aquella que
busca mirar primero lo que hay en el corazón y esa persona es Cristo”
El Cristianismo
bíblico apoya completamente los valores hallados en estas frases pero la
vanidad, el consumismo, el materialismo, las modas superficiales y los
paradigmas de esta sociedad sin Dios han alimentado un culto al cuerpo el cual
es vergonzoso porque la tendencia de la gente es valorarse y valorar a los
demás por una apariencia física idealizada que ha sido alimentada por los
medios de comunicación; tristemente, muchos creyentes (hombres y mujeres) han
caído en este engaño…
Aquí el punto no
es discutir si la Biblia prohíbe o permite el uso de tinturas o todo tipo de
cortes de cabello porque hay cosas que no encontraremos de forma literal pero
si somos honestos, los argumentos presentados son muy claros para entender que
Dios en su palabra promueve todos los valores espirituales que hemos
mencionado, los cuales no compaginan con esta práctica.
Es mi oración
que cada creyente que ama al Señor y quiere hacer su voluntad, considere este
tema para aplicarlo en su vida espiritual. La salvación no depende de cumplir
con estos aspectos que he estado enseñando y que están en armonía con la
Biblia, pero el guardarlos y honrarlos enriquece nuestra fe y adorna nuestro
carácter para reflejar al mundo la santidad y la pureza de Cristo en nosotros.
Si usted no vive
de acuerdo a estos valores bíblicos, mi intención no es condenarle, sino
brindarle elementos de reflexión para que ajuste su vida a la perfecta voluntad
de Dios.
Le animo a que
siga estudiando los temas que vienen a continuación porque la Palabra de Dios
siempre nos guiará a santificarnos cada día más y a no conformarnos al sistema
de este mundo sino que nos animará a que seamos luz en medio de las tinieblas…
ejemplo y no tropiezo para otros que nos observan en nuestro diario vivir para
evaluar si somos diferentes al montón y si nuestra fe es congruente con la
Biblia que profesamos obedecer.
Dios le bendiga
por tomarse el tiempo para aprender el camino de Dios y considerar si su vida
es agradable ante sus ojos. El Señor perfeccionará la obra que empezó en usted
hasta el día en que Cristo le llame a su presencia o venga a buscar a su
Iglesia.
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