- La Ley de
Moisés es específica por naturaleza y ella define el “diezmo” y el proceso de
“diezmar”. Como ya se ha expuesto con citas bíblicas, el diezmo debía venir de
la tierra y del ganado y nunca consistió en dinero; era sobre el incremento del
campo, de los viñedos, árboles, rebaños, ganado, y miel de las colmenas. Si alguien
todavía tiene dudas al respecto, lea los siguientes versículos que evidencian
esta realidad:
“Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la
tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.
Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su
precio por ello. Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo
la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. No mirará si es bueno o malo, ni
lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán
cosas sagradas; no podrán ser rescatados. Estos son los mandamientos que ordenó
Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí” (Lv. 27:30-34).
“Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu
grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus
ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las
ofrendas elevadas de tus manos; sino que delante de Jehová tu Dios las comerás,
en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu
siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás
delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. Ten cuidado de no
desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra” (Dt.
12:17-19).
“Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén,
que diese la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que ellos
se dedicasen a la ley de Jehová. Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos
de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los
frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las
cosas”
(2 Crón. 31:4, 5).
“que traeríamos también las primicias de nuestras
masas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, y del vino y del aceite,
para los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de
nuestra tierra para los levitas; y que los levitas recibirían las décimas de
nuestras labores en todas las ciudades; y que estaría el sacerdote hijo de
Aarón con los levitas, cuando los levitas recibiesen el diezmo; y que los
levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras
de la casa del tesoro. Porque a las cámaras del tesoro han de llevar los hijos
de Israel y los hijos de Leví la ofrenda del grano, del vino y del aceite; y
allí estarán los utensilios del santuario, y los sacerdotes que ministran, los
porteros y los cantores; y no abandonaremos la casa de nuestro Dios” (Neh.
10:37-39).
“En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras
de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para
recoger en ellas, de los ejidos de las ciudades, las porciones legales para los
sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con respecto a los
sacerdotes y levitas que servían” (Neh. 12:44).
“y le había hecho una gran cámara, en la cual
guardaban antes las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del grano,
del vino y del aceite, que estaba mandado dar a los levitas, a los cantores y a
los porteros, y la ofrenda de los sacerdotes” (Neh. 13:5).
“Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y
del aceite, a los almacenes” (Neh. 13:12).
Notemos que
todas las citas bíblicas apuntan a diferentes periodos de la historia de la
nación de Israel en el A.T. y siempre el diezmo se relaciona con la tierra y
con el ganado porque nunca cambió el sistema que Dios estableció en la Ley de
Moisés.
Precisamente,
este diezmo de Israel le pertenecía a Jehová (Lv. 27:30) porque él fue quien
entregó la tierra a su pueblo; la ignorancia en este aspecto, hace que muchos
digan que el diezmo de los cristianos es de Dios y por tanto, es algo sagrado e
intocable, pero estamos estudiando que el diezmo aplicó solo al pueblo de
Israel y que solo diezmaban de la tierra y del ganado. Si alguien enseña que
los cristianos deben diezmar dinero en este tiempo de la gracia porque el
diezmo le pertenece a Dios (basándose obviamente en textos de la Ley de
Moisés), tal interpretación es errónea porque contradice la Escritura que solo
habla de 4 tipos de diezmos en la Ley y ninguno de ellos fue con dinero.
Además, el único lugar de la Biblia en donde se dice que los diezmos son de
Dios es en la Ley de Moisés, no antes de la Ley ni en el N.T. ¿Cuál es la
razón? Precisamente, Dios pidió el diezmo de la tierra que entregó a Israel y
es el único modo correcto de entenderlo; si torcemos este sentido, entonces son
especulaciones y falsas interpretaciones de la Biblia. Nosotros los cristianos
no somos Israel ni recibimos de Dios una tierra prometida; por ende, el diezmo
no aplica para nosotros.
- El problema de
aplicar el diezmo al N.T., usando cualquier texto fuera de contexto, es que
perdemos de vista el verdadero significado de las Escrituras y se acomodan
conceptos humanos y personales a las verdades de la palabra de Dios. Por
consiguiente, cada libro de la Biblia tiene un propósito y una explicación del
por qué fue escrito y para entender las palabras contenidas en cada libro y su
significado, debemos considerar el contexto en el cual fue escrito y solo así
sabremos si nos está hablando directamente a nosotros o no; así pues, es
importante conocer la naturaleza de cada libro para tener así una mejor
interpretación del texto en su contexto correcto.
Si analizamos
cada libro del A.T., encontramos que existen leyes, ordenanzas, mandamientos y
normas estrictamente para Israel; sin embargo, muchos insisten en darle
continuidad a los diezmos, usando pasajes de la Ley de Moisés como argumento
pero deberíamos preguntarnos: ¿por qué los cristianos de hoy deben practican el
diezmo pero deben ignorar otras leyes y mandamientos de los mismos libros de
donde se pretende enseñar el diezmo? Alguien podría contestar: “no guardamos
las otras leyes porque solo fueron para los israelitas y eso ya no está vigente
para los cristianos”, pero aquí vendría otra pregunta: ¿no es así también con
el diezmo? ¿en qué parte del N.T. se dice a los cristianos que deben pagar el
diezmo?... entonces, si se debe practicar el diezmo, ¿por qué ignorar las otras
leyes?
Reflexionemos
bien en cómo estamos interpretando la Biblia y así sabremos si estamos en lo
correcto o no.
- Como vimos
antes, en la Ley, el diezmo se relaciona con los levitas, el sacerdocio, las
fiestas judías y la tierra de Israel. Estos cuatro aspectos no tienen una
aplicación directa con los cristianos del Nuevo Pacto; analicemos bien:
* No tenemos
levitas judíos en el Nuevo Pacto: algunas iglesias creen que los levitas de hoy
son los predicadores de sus iglesias como también los que sirven en diferentes
ministerios de su congregación podrían ser levitas; sin embargo, esta
afirmación es totalmente sacada de contexto. No existe ninguna escritura en el
N.T. que afirme este tipo de concepto. Además, si así fuera, entonces todos los
que sirven en diferentes áreas deberían recibir parte de los diezmos porque
dedican tiempo y esfuerzo para cantar, tocar instrumentos, prestar un servicio
de portero, secretaria, tesorero, músico, cantor, etc. o para preparar
programas para la iglesia y demás actividades que implican un servicio (como lo
hacían los levitas).
* El sacerdocio
del A.T. ha cambiado de manera significativa ya que todos los creyentes somos
sacerdotes para Dios (1 Ped. 2:9; Ap. 1:6;
5:10); en síntesis, hoy no hay sacerdotes que oficien el culto a Dios y
que reciban diezmos de los levitas. Si alguien pretende cobrar diezmo de
diezmos, está torciendo las Escrituras para su propio beneficio y esto
desagrada a Dios.
* Las fiestas
judías tenían su sentido en la nación de Israel y señalaban la manifestación
del Mesías pero no aplican para la Iglesia de Cristo.
* Y finalmente,
la tierra prometida a Israel no se vincula tampoco con los seguidores de Cristo
porque no vivimos en ella ni nos beneficiamos de sus frutos.
Estas
afirmaciones argumentadas y con base en la Biblia deben llevarnos a concluir
que Dios no dio continuidad al pago del diezmo después de la Ley; por eso, en
este estudio seguiremos presentando estas pruebas bíblicas para señalar el
método correcto que Dios estableció para el sostenimiento financiero de una
iglesia local. Si el hombre busca otros métodos es su problema, pero Dios nos
enseña su método en la Biblia y en él no hay tropiezo para quien vive por fe y
no por vista.
- Para los que
insisten en enseñar y en pagar diezmos según la Ley, veamos lo siguiente:
Se expusieron 4
tipos de diezmos establecidos en la Ley de parte de Dios para Israel; ¿cuál de
los 4 diezmos deberíamos practicar para seguir el diezmo según la Ley de
Moisés?
* Si aplicamos
literalmente el diezmo a los cristianos, y sabiendo que la Escritura nos dice
que ahora todos somos sacerdotes, entonces debemos repartir el diezmo a todos
los creyentes.
* Si persistimos
en la necesidad de diezmar para este tiempo de la gracia, entonces cada año
deberíamos separar nuestro diezmo y comer juntos con nuestra familia y con
todos los cristianos.
* Si todavía
insistimos en que Dios nos manda a diezmar como cristianos, entonces cada 3
años debemos separar el diezmo del último tercer año y compartirlo con todos
los cristianos, los extranjeros, los huérfanos y las viudas.
* Si todavía
queremos aplicar el diezmo sacerdotal para el Nuevo Pacto, entonces ¿a quién se
le dará este diezmo? Esto es vergonzoso porque muchas iglesias y predicadores
lo que hacen es lo siguiente: si se fundó una iglesia o enviaron obreros
(colaboradores, pastores, etc.) para levantar o atender iglesias, entonces los
que están al frente (una denominación, un concilio o una asociación de
iglesias) piden el diezmo del diezmo, torciendo las Escrituras y asumiendo que
ellos son superiores (como los sacerdotes que reciben el diezmo de los
levitas). Por eso es que tantas denominaciones y pastores se corrompen, se
enriquecen y se vuelven crueles con las ovejas y con otros pastores que están
bajo su liderazgo, cuando comienzan a conseguir fortunas y lujos que opacan el
buen testimonio del evangelio y mucha gente halla tropiezo y no se convierte al
Señor, pero ellos tendrán que dar cuentas a Dios por su avaricia y por su
maldad.
* Si todavía
creemos que la ley del diezmo es para los cristianos, entonces tendríamos que
dejar de diezmar una parte cada 7 años y cada 50 años, para compartir este
diezmo con nuestras familias, los extranjeros y los animales que tuviéramos.
¿Por qué será
que el 99% de los que enseñan a favor del diezmo no le muestran a la gente los
4 tipos de diezmos y los periodos en que no se diezmaba según la Ley? ¿por qué
no enseñan a dar el 23% si esto es lo que realmente la Ley dice? ¿por qué no se
comparte cada año el diezmo con los más pobres y necesitados como se hacía por
mandato de Dios en la Ley? ¿por qué no dan libertad cada 7 años y cada 50 años
para que la gente no traiga el diezmo a la iglesia? ¿será que podemos tomar del
concepto del diezmo en la Ley lo que nos parezca y lo que no queremos, lo
podemos ignorar?
Las respuestas a
estas preguntas evidencian las razones por las cuales se enseña sobre el diezmo
de forma errónea, superficial e incompleta:
* Ignorancia
bíblica.
* Mala
interpretación de pasajes bíblicos.
* Especulación,
deducción personal y conceptos propios.
* Formación
incorrecta en una iglesia donde se instruye a favor de los diezmos.
* Falta de
interés en un estudio serio y más profundo de los diezmos en la Biblia.
* Falta de fe y
de dependencia de Dios (quien es suficiente para suplir las necesidades de los
que él llama a predicar el evangelio).
* Engaño y
manipulación.
* Codicia y
búsqueda de beneficios económicos y comodidades con la falsa excusa de
pretender servir a Dios, cuando realmente lo que se procura es ser servido por
la gente y tomar la piedad y la fe como fuente de ganancia.
Si usted predica
a favor de los diezmos, necesita considerar cuál es la razón que lo mueve a
hacerlo; permita que el Espíritu Santo le indique cuál es su verdadera
motivación.
Si usted lo ha
hecho por las primeras 6 razones, entonces pido a Dios que le conceda
entendimiento y disposición para renovar su mente y cambiar su posición para
ajustarse a la Biblia, confiando en la gracia suficiente de Dios para cumplir
su propósito en su vida, pero si usted lo ha hecho por las últimas 2 razones,
necesita arrepentirse de su pecado, nacer de nuevo y convertirse de verdad a
Cristo; de lo contrario, la misma Escritura tiene para usted una sentencia
terrible de parte de Dios: “Porque los
que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias
y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de
todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Tim. 6:9,
10).
Llegará el día y
la hora en que Dios recompensará la verdadera motivación de los que predican el
evangelio y será el gozo para los fieles pero será la vergüenza y la
condenación eterna para los infieles; para los infieles quizás hoy todo parezca
salir bien hoy pero Dios no tardará en pasarles la factura porque nadie se
burla de Dios y queda sin castigo.
Este estudio
bíblico no pretende condenar a nadie pero la Biblia misma ubica a cada persona
en su lugar y nuestra conciencia no se equivoca para darnos el veredicto; en el
amor de Cristo le pido que vivamos solamente conforme a la perfecta voluntad de
Dios porque él es celoso y traerá toda obra a juicio.
“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente
con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Ecl. 12:14).
Es triste ver
cómo muchas denominaciones que supuestamente predican sana doctrina han tenido
divisiones, conflictos y problemas con el tema financiero porque quieren exigir
diezmo de diezmos pero también quieren poner cargas pesadas sobre los pastores
para recolectar grandes sumas de dinero y los que están al frente cada vez
aumentan sus riquezas y dicen que es la bendición de Dios. Esto es infame y es
una vergüenza para el nombre de Cristo y para el evangelio. Mientras los más
pobres son los obreros que tienen iglesias pequeñas, ellos se llenan la boca
diciendo que Dios les ha prosperado, pero es mentira… han tomado la piedad como
fuente de ganancia y el juicio de Dios es inminente sobre ellos. Poco a poco
están perdiendo la credibilidad y tarde o temprano su maldad será descubierta.
Póngale la firma.